La inteligencia israelí necesitará tiempo para analizar qué falló este shabat cuando, de madrugada, terroristas de Hamás por tierra, mar y aire iniciaron una guerra de, hoy por hoy, consecuencias inimaginables. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ya ha avisado de que las repercusiones de este ataque sin precedentes se recordarán años y Hamás, y las facciones que les dan apoyo, se arrepentirán de haber iniciado la guerra. Desprevenidos, y con muchos de los efectivos de fiesta, Israel ha sufrido uno de los peores ataques de su historia y, a falta de confirmaciones oficiales, ya son más de 1.000 víctimas mortales después de la incursión de los terroristas en el sur de Israel.

 

Según los primeros análisis hechos por la inteligencia israelí, el ataque que arrancó este sábado de madrugada consiguió perpetrar con violencia en veinte comunidades y barrios de la zona sur. Al mismo tiempo, los terroristas también pudieron acceder, con extremada violencia, en once bases de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). En los kibutz y también en los cuarteles militares los milicianos de Hamás dejaron un rastro sanguinario con ejecuciones y también con secuestros de personal militar y civil, que fue extraído hasta Gaza, donde los terroristas los quieren utilizar de moneda de cambio con Israel.

Entre 800 y 1.000 terroristas por 80 agujeros

El ataque no fue espontáneo ni mucho menos no orquestado. Según los mismos datos de inteligencia, se cree que entre 800 y 1.000 terroristas armados se pudieron infiltrar en territorio israelí durante el asalto del sábado de madrugada. Consiguieron entrar, de manera terrestre, por 80 agujeros a lo largo de toda la valla fronteriza que protegía Israel de los continuados ataques por parte de los terroristas palestinos. Además de esta entrada masiva por el suelo de militantes de Hamás, los terroristas también tiraron centenares de misiles y las sirenas antiaéreas se tuvieron que activar en todo el país, también en Tel-Aviv y en la capital, Jerusalén. El ejército de Israel también detectó, y abatió, terroristas que salieron del mar, con equipos de buceo y fuertemente armados.

De los más de 800 militantes de Hamás que pudieron acceder en zona controlada por Israel todavía hay zonas que controlan, a pesar de los esfuerzos de las FDI para neutralizarlos. Donde todavía hay zonas bajo el control de los terroristas, en las poblaciones más próximas a Gaza y donde todavía no se ha podido recuperar el control, se espera que sean localizados cadáveres de muchas más personas, un hallazgo que hará crecer, todavía más, el macabro recuento de personas muertas en este inicio de la guerra.

Las FDI entrarán en Gaza

Cuando Israel consiga echar a los militantes de Hamás, seguirá con la ofensiva sobre Gaza. Netanyahu ya ha avisado a los civiles que salgan para evitar quedar atrapados cuando las FDI avancen para destruir todas las infraestructuras que controlan los terroristas y poder liberar a las decenas de rehenes que se han hecho. De momento, por vía aérea, el ejército israelí ya está destruyendo algunos de los equipamientos y salas de guerra que Hamás controla en Gaza.