Al menos 31 personas muertas y 43 heridas este martes al estallar dos coches bomba en Bengasi, segunda ciudad más importante de Libia, según informó a Efe un responsable médico. Fuentes de Seguridad explicaron, por su parte, que el primer vehículo explotó cuando un grupo de fieles salía de una de las mezquitas del bario de Almaniya, en el centro de la ciudad, y el segundo treinta minutos después, cuando ya habían llegado los servicios de socorro. "Entre las víctimas mortales hay varios agentes de Seguridad y miembros de los servicios sanitarios. Algunos de los heridos están muy graves" por lo que no se descarta que la cifra de muertos aumente en las próximas horas, agregó la fuente.

La mezquita suele ser punto de reunión de grupos salafistas aliados del mariscal Jalifa Haftar, uno de los hombres fuerte del país y antiguo opositor de Gadaffi. La forma de operar del ataque apunta a los grupos yihadistas, a los que Hafter ha combatido tanto en Bengasi como en otras ciudades del este del país.

Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la comunidad internacional contribuyera militarmente a la victoria de los rebeldes sobre la dictadura de Gadafi. En la actualidad, dos autoridades luchan por el poder: una en Trípoli sostenida por la ONU y otra en la ciudad oriental de Tobruk bajo control de Hafter. De este conflicto se aprovechan grupos de contrabandistas dedicados al tráfico de armas, combustible y personas, y grupos yihadistas, que se han extendido por todo el territorio.