Alemania y Rusia han entrado en una curiosa escalada a raíz del conflicto de Ucrania, cuando hasta ahora Berlín había mantenido las posiciones más partidarias del diálogo. El gobierno del socialdemócrata Olaf Scholz ha decidido prohibir la recepción de la televisión rusa RT en su versión en alemán, y también su web. Y en represalia el gobierno ruso ha vetado las emisiones de la cadena internacional de la televisión alemana, Deutsche Welle. Es una situación inédita. RT ya tenía vetada la emisión por satélite en Alemania, y ahora se ha añadido cualquier difusión de la página de Internet en alemán y también la aplicación móvil. El regulador alemán que ha aplicado el veto ha indicado que la televisión rusa no tiene "la autorización necesaria de acuerdo con la normativa de medios", y ni "la han pedido o acordado". Pero los medios alemanes recuerdan que ha coincidido con la tensión que existe entre la OTAN y Rusia.

En respuesta a la decisión del gobierno alemán, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha anunciado este jueves que la Deutsche Welle tendrá prohibido a partir de ahora operar en Rusia. El gobierno ruso ha retirado la acreditación de los periodistas de la cadena, y ha ordenado que se cierren las oficinas que tenía en el país. Moscú ha vetado en concreto las emisiones en ruso de la Deutsche Welle, y además iniciará los trámites para registrar el canal internacional de la televisión alemana como un medio de comunicación extranjero "que ejerce las funciones de agente extranjero", es decir, como un medio sospechoso. Cuando la ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, se reunió con su homólogo ruso, Sergey Lavrov, en Moscú el mes pasado ya se apuntó esta posibilidad.

Moscú ha anunciado que además creará una lista privada "de representantes de estructuras estatales y públicas de Alemania implicados en la restricción de la emisión de RT alemana y hacer presión sobre el operador ruso, que a partir de ahora tendrán prohibida la entrada en el territorio de la Federación Rusa". Eso implicará todos los cargos políticos implicados en el veto en la televisión rusa. Daniel Caspary, jefe de la delegación alemana del Partido Popular Europeo (PPE) en el Parlamento Europeo, ha criticado la medida del Kremlin y ha asegurado que el presidente ruso Vladimir Putin "está mostrando cada vez más su verdadero color". El año pasado, Rusia expulsó a periodistas de la BBC y del diario de los Países Bajos De Volkskrant. Por su parte, el regulador francés de los medios de comunicación Arcom ha empezado esta tarde una investigación sobre el canal de RT en francés, con lo que también podría iniciar un veto.