El canciller alemán, Olaf Scholz, ha instado a Europa y los Estados Unidos a pensar detenidamente las sanciones contra Rusia por cualquier agresión a Ucrania, en una crisis que enfrenta al principal proveedor de gas de Berlín con sus mayores aliados de seguridad. Entre una serie de posibles sanciones occidentales contra el gobierno del presidente Vladmir Putin, Alemania podría parar el gasoducto Nord Stream 2 desde Rusia si invade Ucrania. Sin embargo, de esta manera se arriesgaría a agravar todavía más una crisis del suministro de gas en Europa que ha provocado que los precios de la energía estén disparados. En una entrevista este domingo en el diario alemán Sueddeutsche Zeitung, Scholz ha dicho que "la prudencia marca la elección de medidas que tengan el efecto mayor sobre los que violen los principios acordados conjuntamente".

Actuar en caso de emergencia

En una publicación previa a la entrevista, Scholz también contrarrestó cualquier impresión sobre que los Estados Unidos y Europa no pudieran acordar un conjunto de sanciones. "En el círculo de aliados, acordamos posibles medidas. Está bien. Tenemos que poder actuar en caso de emergencia", ha dicho. La Unión Europea ha amenazado con sanciones "masivas" y los demócratas del Senado de los Estados Unidos han presentado un proyecto de ley para castigar potencialmente funcionarios rusos, líderes militares e instituciones bancarias. Rusia ha enviado miles de tropas cerca de las fronteras de Ucrania, pero niega que se planteen invadir la antigua república soviética, según ha explicado el canciller.

Scholz, ha asegurado que la ampliación de la OTAN hacia el este "no está en la agenda". En cambio, en cualquier caso ha rechazado que Rusia condicione cualquier futura incorporación en la alianza. "La adhesión de más países de Europa del Este a la OTAN no está en absoluto en la agenda. ¿Qué sentido tiene la exigencia rusa? No puede haber tal garantía", ha afirmado Scholz en la entrevista. "La seguridad y la cooperación en Europa, tal como se entiende en el Acta Final de Helsinki, solo pueden darse si no existe la noción de zonas de influencia en las cuales los países no puedan determinar por sí mismos su propio desarrollo", ha argumentado.

Situación muy grave

Scholz ha alertado de la amenaza que el conflicto supone para la paz y la seguridad en Europa: "El hecho de que no se cuestionen las fronteras es una de las consecuciones de la política de distensión y de los entendimientos posteriores en 1990, igual que la integridad territorial de los países". "Eso significa que no movemos las fronteras nacionales a la fuerza solo porque haya libros antiguos que muestren fronteras diferentes. Lo que prevalece son la ley y las normas, no el poder militar", ha argumentado. Además, ha reiterado que Rusia tendrá que afrontar "altos costes" si ataca a Ucrania. "En el círculo de aliados estamos de acuerdo en cómo podrían ser estas medidas. Eso es bueno. Tenemos que ser capaces de actuar, si se da el caso. Y lo haremos", ha explicado.

Ucrania también se ha manifestado este domingo, y ha afirmado que a pesar de la acumulación de tropas rusas en la frontera con Ucrania, una invasión del país sería un "contrasentido". Por otra parte, ha advertido a Alemania que "no basta" con la dimisión este sábado del comandante de la Armada alemana, Kay-Achim Schoenbach, después de sus declaraciones en las cuales desestimaba las opciones de Ucrania de unirse a la OTAN y afirmaba que Crimea, ocupada por Rusia, "nunca" volverá a ser ucraniana. Para Kiev, las declaraciones de Schoenbach son "categóricamente inaceptables". "Crimea volverá seguro gracias a los esfuerzos persistentes de Ucrania y sus socios y a la determinación enfrente del Estado agresor", ha subrayado al portavoz del ministerio, Oleh Nikolenko.