Después de meses de bloqueo institucional, tensión política y una repetición electoral marcada por sospechas de injerencia rusa, Rumanía ha puesto fin a una etapa de inestabilidad con la investidura de un nuevo gobierno cuatripartito. Los dieciséis miembros del gabinete liderado por Ilie Bolojan han jurado el cargo este lunes por la noche, después de recibir el apoyo del parlamento con 301 votos a favor y solo nuevo en contra. El acuerdo entre los cuatro partidos, que pivota sobre el compromiso de reducir el déficit público —el más elevado de toda la Unión Europea—, ha permitido desbloquear la gobernabilidad. "Un periodo de inestabilidad y liderazgo interino de las principales instituciones de Rumanía llega al final (...). Haremos todo lo posible para recuperar la confianza de los rumanos. Que Dios proteja a todos los rumanos", ha declarado Bolojan en una comparecencia recogida por la agencia Mediafax.
Las declaraciones del primer ministro rumano han llegado después de haber jurado el cargo ante el presidente del país, Nicusor Dan, que ha celebrado el inicio de "un nuevo capítulo" para Rumanía. "Todos nosotros, como sociedad, tenemos que mirar hacia el futuro, e invito a los partidos mayoritarios a actuar en consecuencia", ha afirmado el mandatario, mostrándose "muy optimista" con respecto a las medidas financieras anunciadas por el nuevo ejecutivo. En este sentido, el candidato europeísta ha insistido en la necesidad de ir más allá de la recuperación económica: "Tenemos que reformar el Estado y recuperar la confianza de los ciudadanos en las autoridades estatales rumanas". Un reto, ha advertido, que requerirá "un largo camino".
El nuevo ejecutivo rumano estará integrado por una coalición de cuatro fuerzas políticas: el Partido Socialdemócrata (PSD), que asumirá seis ministerios; el Partido Nacional Liberal (PNL) y la Unión Salvar Rumanía (USR), con cuatro carteras cada uno, y la Unió Democrática de los Húngaros de Rumanía (UDMR), que dirigirá dos departamentos. Acordado también un sistema rotatorio a la presidencia del gobierno: Bolojan (liberal) ejercerá como primer ministro hasta abril del 2027, momento en que el cargo pasará a manos del PSD hasta el fin de la legislatura, en diciembre del 2028. La investidura y la posterior jura del cargo se han producido en una jornada clave, marcada por el pacto entre las principales fuerzas del país, que cierra una larga etapa de crisis institucional y culmina con la repetición de las elecciones presidenciales.
El acuerdo de gobierno parte de un exigente plan de ajuste económico que incluye el incremento del IVA para ciertos productos actualmente con tipo reducido, nuevos impuestos especiales, un gravamen sobre las pensiones más altas y un recorte drástico del gasto público. Esta última comportará despidos y la limitación de sueldos a la administración. Rumanía, que forma parte de la Unión Europea desde el 2007, arrastra un déficit presupuestario acumulado del 9% del PIB como resultado de la gestión de gobiernos anteriores, muy por encima de los límites establecidos por Bruselas. Ante esta situación, la Comisión Europea ha amenazado con congelar fondos europeos y ha fijado un plazo de cuatro meses para que el nuevo ejecutivo aplique las reformas comprometidas, según recoge la agencia de noticias dpa.
La crisis política más grave de la Rumanía contemporánea
Con la constitución del nuevo ejecutivo, se da por cerrada la crisis política más grave de la Rumanía contemporánea, una inestabilidad que se vio profundamente agravada por el resultado inesperado de la primera vuelta de las elecciones presidenciales. El ultraderechista prorruso Călin Georgescu, afín al Kremlin, obtuvo una victoria que encendió todas las alarmas en Bruselas y que, posteriormente, quedó invalidada por irregularidades en la financiación de su campaña, hecho que condujo a la anulación de los comicios. El candidato ultraderechista fue investigado por seis cargos, entre ellos, información falsifica sobre las finanzas de campaña, uso ilegal de tecnología digital y promoción de grupos fascistas; aunque él siempre ha negado cualquier irregularidad. Aquellas polémicas elecciones fueron reprogramadas para el mayo pasado, cuando Dan consiguió derrotar al nuevo aspirante de la extrema derecha, George Simion, después de que Georgescu fuera finalmente inhabilidad.