Este miércoles se cumplen 600 días desde el inicio de la ofensiva militar de Israel contra la Franja de Gaza, desencadenada a raíz de los ataques de Hamás en octubre de 2023. Durante este periodo, Israel ha devastado el enclave palestino tanto física como socialmente, a la vez que ha utilizado un discurso que, según varias organizaciones internacionales, incita a la limpieza étnica del pueblo palestino.

 

Hamás pide en el mundo salir a la calle para que Israel pare el genocidio en Gaza
 

Gaza al límite: 470.000 personas en riesgo de hambre catastrófica por el bloqueo humanitario | FOTOS
 

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, justificó la entrada en Rafah afirmando que tenía dos objetivos principales: recuperar a los rehenes israelíes y eliminar Hamás. No obstante, más de un año después, Hamás continúa activo, con unos 40.000 milicianos, y todavía hay 58 rehenes en Gaza, según datos israelíes. Paralelamente, el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlada por Hamás, cifra en más de 54.000 a los muertos palestinos, entre ellos 16.500 niños.

La invasión de Rafah, en el sur de Gaza, fue considerada una "línea roja" por el expresidente de los EE.UU., Joe Biden, dado el impacto humanitario que tendría sobre los 1,5 millones de desplazados que se refugiaban. Sin embargo, Israel continuó la ofensiva y, hoy día, gran parte de la ciudad ha sido arrasada.

Gaza, destrozada

Según la ONU (UNRWA), el 92% de las viviendas en Gaza han sido destruidas o dañadas. Además, menos del 5% de las tierras agrícolas son cultivables, y cerca de 500.000 personas sufren hambre extrema, según datos del IPC. La destrucción incluye escuelas, hospitales, infraestructuras básicas y servicios esenciales. La población vive en una situación de confinamiento sin precedentes: Gaza, una región ya densamente poblada, se encuentra ahora mayoritariamente declarada como zona militar israelí o sometida a evacuaciones forzosas.

El ejército israelí concentra la población palestina en tres zonas: Al Mawasi en el sur, Deir en el Balah en el centro y la ciudad de Gaza al norte. Esta estrategia coincide con la intención de Israel de controlar la distribución de la ayuda humanitaria mediante contratistas norteamericanos, después de meses en que se ha impedido la entrada de alimentos, combustible y medicinas.

Israel: ¿limpieza étnica en Gaza?

Omar Shakir, director de Human Rights Watch para Israel y Palestina, denuncia que las acciones de Israel equivalen a una estrategia deliberada de limpieza étnica y crímenes contra la humanidad. Las fuerzas armadas están haciendo inhabitables grandes partes del territorio, forzando la población a concentrarse en zonas reducidas.

En paralelo, miembros del gobierno israelí, como el ministro de Finances Bezalel Smotrich, han afirmado públicamente el deseo de destruir Gaza y forzar la emigración masiva de su población. Netanyahu también ha expresado abiertamente la voluntad de seguir el plan del expresidente Donald Trump, que incluye la expulsión de los palestinos del territorio.

Ante esta situación, más de una decena de ONG palestina ha denunciado que Israel tiene como objetivo despoblar Gaza, eliminar la población y apoderarse del territorio, y que esta estrategia se está ejecutando ante la pasividad de la comunidad internacional.