Aunque a veces ni nos demos cuenta, todos tenemos formas de hablar que delatan de dónde venimos, aunque intentemos camuflarlas con un acento lo más neutro posible. A un madrileño lo pillas enseguida cuando suelta un “tronco”, y un murciano no puede evitar ese “acho” tan característico, o las míticas “aes” neutras que suenan casi como una “e” (¡tráeme unæh patatæh fritæh!). Con los catalanes pasa lo mismo: aunque nos esforcemos en sonar neutros, al final nos delatamos con expresiones y construcciones sacadas directamente del catalán.
🤗Deja de decir 'no em diguis!': esta es la forma correcta en catalán
1. Despedirse con un “adeu”
Esto no falla, es el n.º 1 en tics lingüísticos. Caen en ello incluso los castellanohablantes habituales: te vas de los sitios y en vez de un “adiós” sueltas un “adeu”, o más bien su versión rápida y generalizada, “dew”. En ocasiones hasta lo alargamos al final: “deuuuuuu” mientras nos alejamos, como quien agita un pañuelo desde la cubierta del barco que zarpa.
Se te detecta con esto más rápido que si te plantaras en la Puerta del Sol con una barretina y una senyera.
2. Decir “a más a más”
A veces estás explicando algo, muy emocionado, o cabreado, y dices “y aún más…”, o “y encima…”, o “y además de esto…”, o incluso “y espera, porque además…”, y sigues soltando todo el rollo de virtudes, defectos, agravios, o lo que sea que estés explicando.
Pero si eres catalán, es muy fácil que se te escape un “y a más a más…”. Y ZAS, ya nos han pillado de nuevo: es un calco del “a més a més” catalán, certificado hasta por Fundéu, a quienes les han preguntado por la expresión.
3. Utilizar “ara vengo”
Cuando te llaman, o estás llegando a un sitio, lo normal si te preguntan es decir “ahora voy”. Pero los catalanes, que en catalán solemos decir “ara vinc” más habitualmente que “ara vaig”, solemos decir “ahora vengo”.
Es más: los catalanes, a menudo, en vez de “ahora” se nos escapa un “ara” que es mucho más rápido. Así que tanto si dices “ara voy” como “ara vengo”, estás fichado igual.
4. Proponerle a alguien “hacer un café”
En España, normalmente, la gente queda para “tomar un café”. Pero en Catalunya “fem un café”. Así que cuando hablamos en castellano es superhabitual que le propongamos a la gente “hacer un café”, o “hacer unas birras”, y a ellos les parece rarísimo porque parece que vayamos a elaborar ese café o esa cerveza con nuestras propias manos.
5. Que se te escape un “prou”
“Prou” es una expresión maravillosa. Más rápida y concisa que “basta”, con una fuerza ideal para conseguir su propósito, que es que alguna cosa pare (por ejemplo, un amigo contándote un chiste malo, o un compañero que no deja de comerte la oreja). Así que es fácil que se nos escape incluso si no solemos hablar en catalán. ¡Prou!
Aunque esta expresión es problemática, porque, como funciona bien, cada vez es más habitual que otros no catalanes la incorporen, como lo de “no puc més 😭”, ¡que ahora se lo leemos a muchos madrileños!
6. Abrir la luz en vez de encenderla
Con esto siempre se parten de risa los no catalanes, porque les suena rarísimo. Porque claro: las luces, normalmente, se encienden. Pero en Catalunya decimos “obrir el llum”, así que en castellano solemos decir “abrir la luz”… que, si no estás acostumbrado, suena como si quisieras abrirla en canal a ver qué tiene dentro. ¡Es raro de narices!
7. Objetos o productos concretos
Además de estas expresiones más generalizadas, existen muchos otros calcos de expresiones y de palabras concretas, a las que incluso los catalanes castellanohablantes suelen llamar en catalán. Algunas personas “enchegan” la tele, y otros comen “monchetas” con butifarra, o de postre se toman una “pruna”.
¿Cuáles son los tics que te delatan a ti?