En un mundo cada vez más consciente de la importancia de la sostenibilidad y la equidad, el comercio justo se ha vuelto cada vez más relevante para los consumidores comprometidos. ¿Sin embargo, qué es exactamente el comercio justo y cómo puedes sumarte a esta iniciativa que busca un trato justo para los productores y trabajadores de todo el mundo?

El comercio justo es una alternativa al tipo de transacciones habituales, donde existe un gran desequilibrio entre productores y consumidores, tanto a escala de países (lo que cobra un trabajador de un país en desarrollo // el precio que pagas por el producto que ha hecho) como de la economía local (lo que cobra un campesino // lo que cobra un supermercado por su producto).

El comercio justo es todo el contrario: un sistema comercial basado en el diálogo, la transparencia y el respeto entre productores y consumidores. Un sistema donde el productor pueda vivir de manera digna y se reduzca el desnivel entre el coste y la venta que no repercute o no tiene un retorno sobre el lugar de producción.

Así es el comercio justo

El comercio justo es aquel que tiene en cuenta la forma de producirse cada producto, sea natural o manufacturado. Los trabajadores de determinadas empresas o los encargados de obtener estos productos tienen que tener una vida tan llena como sea posible, cumpliendo con unas condiciones. Disponer de las medidas necesarias y disfrutar de unos beneficios en la venta de su producto que no solo beneficia los empresarios o intermediarios.

Una de estas medidas es la eliminación de intermediarios innecesarios, que son el principal factor de encarecimiento de un producto, aunque a menudo aportan poco en la cadena de valor. Por eso el comercio de proximidad está muy relacionado con el comercio justo.

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Comercio justo y eliminación de intermediarios son dos conceptos que combinan bien. Imagen: MPPLLC45

Así es como podemos añadirnos al comercio justo

  1. Infórmate sobre las marcas comprometidas. A menudo no sabemos de dónde proceden los productos que consumimos, por eso podemos conseguir un listado de las empresas que cumplen los requisitos necesarios para formar parte de la lista de comercio justo. A partir de estos requisitos podemos empezar a ver con otros ojos las empresas que apuestan por esta transparencia en las cuentas, crean oportunidades laborales y hacen gala de unas relaciones comerciales justas.
  2. Busca productos certificados. En algunos supermercados encontrarás productos con sellos como el Fairtrade que certifican el cumplimiento de los estándares de comercio justo.
  3. Compra en las tiendas y cooperativas específicas de comercio justo. En Catalunya tenemos unas cuantas, y además recuerda que las cooperativas o asociaciones locales encajan dentro del modelo.
  4. Soporta y difunde. A veces el comercio justo cuesta un poco más, o tiene el mismo coste que el producto "normal", pero sabemos que este dinero va a parar a las manos que más se lo merecen. Hacer este gesto, y difundirlo entre las amistades y familiares para hacer crecer el movimiento es una buena contribución.

Como consumidores podemos destinar nuestro dinero hacia donde queramos. Tenemos que tener en cuenta que cada gesto que realizamos tiene unas consecuencias. Si seguimos apostando por las mismas marcas nos encontraremos en un mundo que todavía será desigual, nada cambiará. Con las pequeñas acciones del día a día como la manera de hacer una compra, podemos crear una sociedad mejor. Apúntate al comercio justo, no es una moda en una marca, es un futuro que avanza hacia la igualdad.


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