La Garrotxa es una comarca catalana llena de rincones que merecen la pena visitar una vez en la vida. Toda su zona volcánica, que incluye un total de 40 volcanes, es un tesoro natural inigualable, así como los pequeños municipios que conservan la estética del pasado, la convierten en una zona ideal para explorar rincones naturales con itinerarios a pie o en bicicleta.
Eso sí, la afluencia masiva de turismo en espacios como La Fageda d'en Jordà o el Gorg Blau han obligado a regular el acceso a las zonas en temporada alta para evitar aglomeraciones y poder conservar el entorno. Si quieres disfrutar de otros espacios igual de mágicos, pero sin caer en la masificación, tienes que visitar este majestuoso puente medieval en la Garrotxa que poca gente conoce: el puente de Llierca.
El puente medieval en la Garrotxa que poca gente conoce: 28 metros de altura
Si circulas por la carretera que conecta Montagut y Sadernes, un municipio que se ha popularizado como punto de partida para realizar diversas excursiones entre vegetación, seguro que pasas por el lado del puente de Llierca, también conocido como puente de Sadernes, situado junto a la vía. Haga pereza o no, visitarlo debe ser una parada obligatoria a incluir en tu itinerario: se trata de una obra de época medieval que te fascinará con su estructura.

Construido entre 1345 y 1346 por los barones de Sales, los Malart, con una finalidad comercial. Esta estructura permitía conectar las aldeas y casas de payés de un lado del río Llierca con Tortellà y otros municipios como Besalú. Así, este puente formaba parte del antiguo camino de herradura que iba de Tortellà hasta Oix, según informa la página web de Turisme de la Garrotxa. Los señores de Sales aprovechaban este lugar para hacer negocio: cobraban un peaje por permitir el paso de mercancías y de ganado.
En cuanto a su estructura, el puente tiene un arco de grandes dimensiones, de 19,10 metros de diámetro y 28 metros de altura. Se construyó con "piedra numulítica y edificado en un rocam calizo que se eleva a unos 7-8 metros sobre el nivel de las aguas del río", indica la ficha del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Catalunya. El puente fue construido con piedra local, "bien escuadrada y trabajada, con hiladas regulares, especialmente en la zona de los cimientos".
Ruta medieval: más patrimonio en Catalunya
El puente de Llierca forma parte de una ruta medieval, que contiene otros elementos patrimoniales de la época en Cataluña. Desde otros puentes como el del pueblo de Begudà, el de Besalú o el puente románico de Oix, pasando por los restos de las murallas de Castellfollit hasta iglesias como la de Santa Maria de Fares o Santa Maria de Freixe.