La sección veraniega La Tumbona de ElNacional.cat te recomienda 10 pueblos con encanto de Catalunya que cautivarán tu alma de viajero. Tienes municipios que satisfarán todos los gustos posibles. ¿Quieres rutas y castillos medievales? Los tendrás. ¿Playas y habaneras? Deseo concedido. ¿Leyendas y cuevas literalmente maravillosas? ¡También! Saca tu mapa, que con estas propuestas vas a tener viajes y escapadas para todo el verano.
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1. Cadaqués
Cadaqués es visita obligada si has decidido hacer ruta por la Costa Brava. Este pueblo de casas blancas y caminos de piedra ha sido refugio tanto de pescadores como de artistas e intelectuales como Salvador Dalí (precisamente su casa es ahora museo). Encontrarás mucho color y flora en los balcones de las callejuelas del casco histórico, y, si eres fan del estilo gótico, es prácticamente imprescindible que visites la iglesia de Santa María. Y, cuando apriete el calor, llegará el momento de cambiar las casas modernistas por la playa.
2. Calella de Palafrugell
Calella es uno de los pueblos pesqueros con más encanto en Catalunya, sobre todo si buscas calma. Encontrarás sosiego en sus pequeñas calas de aguas cristalinas o en las habaneras que suelen servir de banda sonora en los tórridos atardeceres de agosto. Por cierto, si eres fan de las famosas Pastillas Juanola, tienes como visita obligada el Mirador de Manel Juanola i Reixach, el farmacéutico de Calella que precisamente creó estas grajeas de sabor tan característico. Ah, y si quieres tomar fotos-postales de Palafrugell, ve a la Punta dels Burricaires (entre la playa de Port Pelegrí y la cala de la Platgeta).
3. Peralada
Minipunto si al leer Peralada has pensado en su icónico castillo. No obstante, este pueblo medieval de Catalunya es algo más que un castillo. Por ejemplo, puedes buscar la contemplación o la inspiración en el Claustro románico de Sant Domènec, que también hace las veces de Museo del pueblo. O descubrir más sobre la tradición vinícola de Peralada visitando su Nueva Bodega, que incluye cata de vinos, ¡por supuesto! Y, cuando hagas la inevitable visita al Castillo, no te olvides del Convento del Carme, que hace las veces de museo, y que cuenta con una biblioteca de más de 80.000 volúmenes (incluyendo 1.000 ediciones de El Quijote).
4. Pals
Este pueblo con encanto de Catalunya es visita obligada para los amantes del submarinismo (o para los interesados en iniciarse en esta práctica). La Casa de la Vila y el resto de edificios en piedra de la Plaza Mayor están tan bien conservados que pasearte por la zona te hará sentir como que has viajado atrás en el tiempo. Y luego, si quieres volver al presente, ¿qué mejor que hacer tomando algo en algunas de sus terrazas? Cerca del área se encuentra la Torre de las Horas, torre románica de 15 metros de altura (y uno de los pocos restos que se conservan del antiguo castillo de Pals).
5. Montblanc
Este pueblo de leyenda (se dice que Sant Jordi mató al dragón delante de sus murallas), está considerado Conjunt Monumental i Artístic de Catalunya y te encantará si eres un apasionado del mundo medieval: puedes recorrer varios tramos de su muralla (de las mejores conservadas en Catalunya), su iglesia gótica de Santa Maria la Major (con un espectacular órgano barroco), el antiguo hospital de Santa Magdalena, el Pont Vell, el barrio judío... Y si lo que más te llama de Montblanc es la leyenda del dragón, puedes leerla en la Torre-Portal de Sant Jordi y, ya que estás por esa zona, visitar el Museo del Pessebre de Catalunya.
6. Gósol
¿Buscas inspiración creativa? Pues coge el coche y ve a Gósol, municipio que destaca, entre otras cosas, por ser el lugar en donde Pablo Picasso investigó el cubismo. Puedes descubrir más sobre su hallazgo en el museo con su nombre. También puedes recorrer la ruta del camino dels Bons Homes, que incluye una parada tan curiosa como el Castell de Gósol, con sus restos de lo que fue el núcleo de su ya desaparecida población. En cuanto a parajes naturales interesantes, puedes visitar Torrentsenta, donde nace el río Aigua de Valls. Es un lugar muy recomendable para hacer un pícnic en verano (o para buscar fósiles si te sientes especialmente arqueólogo).
7. Banyoles
¿Te apetece visitar el primo catalán del monstruo del Lago Ness? Dice la leyenda que, en el lago de este pueblo con encanto, se esconde una de las criaturas más esquivas de Catalunya: el monstre de Banyoles ("que menjava persones, oh i tant!"). Otro lugar recomendable de este municipio es la Llotja del Tint, una fábrica medieval que estuvo dedicada al tinte de la ropa. Si vas en sábado o en domingo, quizás pillas abierto el Monasterio de Sant Esteve. ¿Te ha venido el hambre? Haz una parada en Can Ralita para disfrutar de su bocadillo de pulpitos, o desata tu lado goloso en la pastelería Mercader (con sus famosos rocs de l'estany).
8. Siurana
En este listado de pueblos con encanto en Catalunya se han mencionado muchos castillos de corte medieval occidental. En este sentido, el de Siurana destaca por tener uno árabe. Del siglo IX para ser más exactos. Precisamente su acantilado más icónico se llama El Salt de la Mora. Tiene este nombre debido a la leyenda de Abdelazia, hija del valí de Siurana. Abdelazia, cuando llegaron las tropas cristianas para reconquistar el lugar, prefirió saltar al vacío del acantilado a lomos de su caballo antes de dejarse atrapar por el adversario.
9. Benifallet
Este pueblecito catalán al lado del Ebre destaca por la cantidad de cuevas que puedes visitar. Una de las más impresionantes es la de Meravelles, debido a su gran riqueza de estalactitas, estalagmitas, gours... Destacan especialmente sus formaciones denominadas excéntricas, debido a que crecen de forma extraña hasta el punto que parece que estén desafiando a las leyes de la gravedad. Ya en Benifallet puedes dejarte caer por los Safaretjos, un lugar donde, hasta el siglo XX, se usaba para limpiar la ropa. Si eres fan del estilo neoclásico, no te olvides de la iglesia parroquial de Santa Maria de l'Assumpció.
10. Tortosa
Tortosa es un totum revolotum tanto de culturas antiguas (se conservan restos iberos, romanos, visigodos y musulmanes), como de estilos artísticos (puedes visitar edificios renacentistas, modernos, barrocos...). Su gastronomía también destaca por su variedad de platos y de sabores. En su Mercado Municipal (uno de los monumentos más importantes de la ciudad), no solo podrás dejarte imbuir por el bullicio del municipio, sino que encontrarás, tanto dentro como en sus cafeterías, bares y restaurantes de alrededor, todo tipo de platos y tapas. En el caso de que te hayas despertado con alma excursionista, puedes explorar el Delta del Ebro tanto por tierra como en tours que se realizan en barco.
