Con el paso del tiempo, es normal que los suelos de madera pierdan ese brillo natural que tanto aporta al ambiente de una casa. Aunque siguen siendo una de las opciones más valoradas por su estética y calidez, el desgaste diario, la falta de mantenimiento o el simple uso hacen que, poco a poco, se vean más apagados. Afortunadamente, no es necesario recurrir a productos caros ni tratamientos especiales para devolverles su aspecto original. Con una buena rutina de limpieza y un par de trucos caseros, se puede conseguir que vuelvan a lucir como el primer día y que volváis a ver reluciente vuestro maravilloso parquet.
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Una combinación que todos podéis hacer en casa
Lo primero que hay que tener en cuenta es la limpieza previa. Puede parecer evidente, pero muchas veces se pasa por alto la importancia de barrer o aspirar bien antes de fregar, un dato que es muy importante para que este truco salga a la perfección. Esto evita que el polvo o pequeños restos de suciedad se queden pegados a la fregona y terminen rayando o dañando la superficie. Hacerlo con frecuencia, incluso aunque no se friegue cada día, ayuda a mantener la madera en mejor estado durante más tiempo.
Una vez el suelo está limpio, llega el momento de preparar una mezcla muy sencilla y eficaz. Una cucharada de vinagre de limpieza y otra de jabón de platos, mezcladas en un cubo con agua, son más que suficientes para que crear la fórmula perfecta. Esta combinación es muy efectiva para eliminar suciedad, desinfectar y, sobre todo, devolver el brillo perdido. El vinagre actúa como desengrasante y neutraliza olores, mientras que el jabón ayuda a eliminar restos y aporta ese efecto de limpieza profunda sin dañar la madera, que siempre es una de las prioridades cuando queremos limpiar el suelo de casa.
Cuidado con la cantidad de agua
Eso sí, a la hora de usar esta mezcla es importante no empapar el suelo de agua. La fregona debe ir bien escurrida, ya que un exceso de agua puede acabar filtrándose entre las juntas de la madera y generar problemas en un futuro. Fregar con normalidad y sin prisas, dejando que el suelo se seque al aire, suele ser suficiente para notar el cambio desde la primera vez que apliquéis esta mezcla en el suelo.
Mantener los suelos de madera bonitos no requiere grandes esfuerzos ni gastos. Más allá de la limpieza, cuidar algunos detalles del día a día también ayuda: evitar arrastrar muebles, usar protectores en las patas de las sillas y colocar alfombras en las zonas de paso más frecuente. Si además, cada cierto tiempo, se aplica algún abrillantador específico o una cera protectora, el suelo se mantendrá en buen estado por mucho más tiempo.
Realmente no se trata de complicarse ni de convertir el cuidado del suelo en una tarea pesada o gastar mucho dinero en productos de limpieza, sino de integrar estos hábitos en la rutina habitual. Con solo un poco de atención y una mezcla que puedes preparar tú mismo en casa, es posible conservar el brillo natural del parquet sin apenas esfuerzo ni un gasto económico excesivo.