Ya es verano, las vacaciones están a la vuelta de la esquina, y es tiempo de playa. Las playas kilométricas con todos los servicios y de fácil acceso que hay en pueblos costeros con encanto como Lloret de Mar, Salou, Castelldefels o Blanes son la opción más habitual si no quieres romperte la cabeza, sin embargo, ¿a dónde ir para huir de las masificaciones, el jaleo de las familias, los niños jugando a pelota y la música a todo volumen? Si quieres una escapada con un aura especial, buscando la relajación y te atrae aquel tono salvaje de los lugares paradisiacos escondidos y casi vírgenes, no hay que ir muy lejos para encontrar un trocito de paraíso: La Tumbona de El Nacional te recomienda ir a Cala Estreta, cerca de Palamós.
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El prestigioso diario británico The Guardian ha incluido esta pequeña cala de la Costa Brava en su lista de las "20 de las mejores playas desconocidas de Europa". El rotativo inglés describe Cala Estreta como "escarpada y peculiar" y destaca su forma con dos medias lunas separadas por un arrecife central, todo rodeado de los pinares que caracterizan el paradisiaco paisaje de la costa gerundense. Cala Estreta se describe como un paraje "ideal" para nadar, sin embargo, eso sí, se avisa de que es terreno rocoso, en el que el visitante necesitará un calzado acuático adecuado y, para cuidarse en salud, unas gafas de buceo —para ver qué tenemos bajo los pies, no nos hagamos daño, y para disfrutar del paisaje subacuático, lleno de vida marina—.
A medio camino entre la playa del Castell y las calas de la Cap Roig, Cala Estreta hace honor a su nombre: pequeña, recogida y de difícil acceso. Para llegar hace falta uno pizca de aventura: una caminata de unos 30 minutos por el camino de ronda desde la playa del Castell. Pero el esfuerzo tiene premio. Esta cala es un buen punto de partida o de llegada para una satisfactoria y larga excursión por la Costa Brava. De hecho, The Guardian recomienda combinarla con una parada en la vecina playa de la Fosca, donde está un restaurante por acabar la jornada con una buena comida y vistas al mar.
Intimidad, tranquilidad y nudismo
Otro de los elementos más singulares de Cala Estreta es la antigua cabaña de pescadores que hay, restaurada con cuidado por el Ayuntamiento, y que fecha del siglo XVI. La caseta se puede alquilar y disfrutar durante todo el día, siendo ideal para parejas. De hecho, es una cala que suelen visitar parejas jóvenes, que quieren más intimidad y tranquilidad que en las grandes playas de las ciudades. También es una cala donde se practica a menudo el nudismo, en un ambiente relajado y libre de prejuicios. En temporada alta, en julio y en agosto, a los fines de semana también hay servicio de socorrismo. Cerca de la calita, además, hacia el interior o ya en Palamós, a pocos minutos en coche, hay también mucha oferta de alojamiento.