¿Es Barcelona una ciudad hipster? Tendremos que decir que ya no, ya que el concepto hipster ha quedado desfasado: se podría decir que fue aplicable a los modernitos hasta mediados de la década del 2010, bastante antes de la pandemia de la covid-19. Los modernitos de ahora vendrían a ser más bien indies, alternativos o, simplemente, modernos.

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Cualquier cosa antes que hipster, palabra asociada a aquellos tardomillennials que ahora tienen unos 35 o 40 años y que disfrutaron del auge de grupos como Sidonie, Love of Lesbian o Mishima. En La Tumbona de ElNacional.cat te traemos 5 argumentos que no fallan para demostrar que la capital catalana ya no es hipster.

1. Los 'hipsters' de Barcelona ya no son tan jóvenes

Las tendencias culturales modernitas a menudo se diferencian unas de las otras por el factor generacional, como vemos entre los bohemios, los hippies, los mods, los hipsters y lo que haya ahora. Mientras que los hipsters son tardomillennials, las personas que actualmente están en su veintena forman parte de la generación Z. Este hecho generacional (y de otros que veremos adelante) se explica muy bien en el documental Apolo. La juventud baila, sobre los 75 años de la Sala Apolo y el cambio de estas tendencias culturales a Barcelona. Los protagonistas de la mítica serie Pop Ràpid (de TV3), hipsters supuestamente al orden del día de las últimas novedades, ven cómo la ciudad ya no es suya. Uno de los diálogos muestra muy bien esta cuestión de la edad: "¿De qué año eres?", "Del 98", "Ostras, el año de mi primer Sónar".

2. Influencia americana vs. Influencia asiática

Quede claro que no es científico ni exacto, pero es verdad que existe una extraña sensación en torno al país de referencia que toma una subcultura o la otra. A los hipsters les encantan los Estados Unidos y morirían por ir a Nueva York, mientras que los nuevos modernitos están enamorados de Japón y el viaje de sus sueños es ir a Tokio. No es coincidencia el boom de restaurantes japoneses y de otros lados de Asia en Barcelona en los últimos años. El Super3 y el 3XL tienen un poco de culpa aquí, ya que las personas que ahora están en su veintena crecieron con el mejor anime.

3. Barcelona sin barbas 'hipster'

Atrás han quedado ya las grandes barbas de los chicos, así como la ropa negra o las camisas de leñador tan características de los hipsters. Ahora hay otras modas de vestimenta, como puede ser el retorno del Y2K. Básicamente, hemos pasado de Steve Jobs a Samanta Hudson. También vemos un auge de las camisetas de fútbol, con Mushkaa como referente.

4. "El Primavera Sound ya no es lo que era"

Como en la moda, ahora ya no hay tanta necesidad de esconderse y decir que escuchas el grupo de música folk más aburrido de la historia con el fin de no reconocer públicamente que te gusta Rosalía. Ya no hay que ser tan "diferente". El festival musical por excelencia de Barcelona, el Primavera Sound, nos lo demuestra: sí, todavía habrá bandas indie; pero también habrá muy pop y reguetón para pasárselo muy bien. "Es que el Primavera Sound ya no es lo que era". No, ni los Arctic Monkeys se disfrazan de payaso para hacer rock adolescente.

5. El Poblenou y Gràcia, barrios perdidos

Para acabar, hacemos una búsqueda rápida en Google y vemos que diferentes sitios web señalan como hipsters barrios como El Poblenou o Gràcia. Desgraciadamente, zonas gentrificadas. El ocio modernito se ha desplazado, tanto por las tendencias culturales como por la turistificación y la gentrificación. Ahora toca ir a otros lados, como Nou Barris, Sants, Sant Andreu o El Clot. De la misma manera, se abandonan poco a poco las discotecas y se buscan otros locales o fiestas mayores para pasarlo bien —y poder ahorrar para el abono del próximo Primavera Sound.