La Audiencia Nacional juzga desde este lunes al president Jordi Pujol y a sus 7 hijos por diversos delitos relacionados con la gestión de las cuentas que la familia tuvo en el extranjero sin declararlas a Hacienda española durante décadas. Pujol ha alegado desde 2014, cuando reconoció la existencia del dinero opaco, depositado primero en Suiza y después en Andorra, que el origen de las cuentas es una deixa o legado de su padre, Florenci Pujol. El juez decidió el lunes que Pujol, con 95 años, declarara por videoconferencia a pesar de que los informes forenses sobre su estado de salud lo desaconsejaron. La familia ha pedido la nulidad del juicio porque se fundamenta en una investigación "ilegal" en Andorra, ya que las cuentas fueron localizadas gracias a presiones policiales a la banca andorrana, BPA. Este martes, los Pujol han aportado un libro del caso Banca Catalana y un número del Boletín Oficial del Estado (B. O. E.) para demostrar que el dinero era de procedencia legal.

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