Con la excepción del Barça, Girona y Espanyol se enfrentan a una penúltima jornada de la Liga Santander de cara o cruz. Mientras que el equipo blaugrana tiene la única obligación de mejorar la imagen ofrecida en Pucela, gerundenses y pericos están obligados a ganar si quieren seguir soñando con Europa y con la salvación, respectivamente.