La actual alcaldesa de Sant Cugat del Vallès, Mireia Ingla (ERC), recibe a ElNacional.cat a menos de dos semanas de las elecciones municipales del 28 de mayo. Ingla llegó a la alcaldía de Sant Cugat después de un pacto a tres bandas entre ERC, el PSC y la CUP, que se aprobó, en junio de 2019, después de obtener un 19,47% de los votos y 6 concejales y siendo la segunda fuerza por debajo de Junts (27% de los votos). El gobierno liderado por la candidata de Esquerra Republicana ha sido el primero de la era post convergente en Sant Cugat, después de 32 años de gobiernos de CiU, y ha roto una dinámica histórica en el municipio del Vallès Occidental. A lo largo de esta última legislatura el ejecutivo de Ingla se ha tenido que enfrentar a retos como el alto coste de la vivienda, proyectos locales como la escuela La Mirada o el mantenimiento de la ciudad, un aspecto siempre polémico, y a nivel gubernamental la alcaldesa ha tenido que convivir con el PSC y la CUP, partidos con quienes pudo formar gobierno a pesar de la victoria electoral de Junts. De cara al futuro Esquerra Republicana buscará la victoria electoral que no pudieron conseguir en 2019, o en caso contrario tendrán que negociar un pacto de gobierno como el que ha hecho posible aqueta legislatura.

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¿Cuáles son las principales acciones que destacaría de esta última legislatura?
Este es un gobierno que nace en 2019 después de 32 años de gobiernos de CiU, con todas sus variaciones, y es un gobierno progresista y de izquierdas formado por unos partidos que, por primera vez en la historia, se ponen de acuerdo para generar una mayoría alternativa a los gobiernos del pasado. Por lo tanto, la primera valoración positiva son los resultados electorales y la capacidad que tuvimos de pactar para poder hacer políticas con generosidad y empatía. Después lo que hemos hecho ha sido poner la ciudad al día, asentar las bases de lo que tenía que ser el Sant Cugat del futuro, porque tenemos muchos retos de futuro, también por el crecimiento que ha tenido Sant Cugat, que ha sido exponencial. Nosotros éramos conscientes de que para garantizar que la gente pudiera seguir disfrutando de esta calidad de vida había que empezar a hacer políticas públicas teniendo en cuenta los estándares del siglo XXI. Cambios en la movilidad, sostenibilidad y seguir apostando por la atracción de empresas en la ciudad. Sobre todo queríamos una ciudad que fuera para todo el mundo, es la ciudad más cara del país en vivienda y cada día se tiene que marchar muchísima gente. Con estos pilares se genera este gobierno que ha podido trabajar de forma muy estable.

¿Siendo el primer gobierno que rompía la dinámica convergente de Sant Cugat, como ha sido la convivencia con el PSC y la CUP?
Pues la convivencia ha sido muy buena. El gobierno ha ido muy bien y la muestra de eso es que hemos podido hacer muchísimo trabajo, en medio hemos vivido la pandemia y este gobierno ha tenido que hacer frente a las consecuencias que se derivan. Por lo tanto, el gobierno ha actuado con generosidad y un elemento en común que era que nos pusimos de acuerdo con muchas cosas por la ciudad. Con aquello que no estábamos de acuerdo todavía no lo estamos, pero con aquello con lo que estábamos de acuerdo era mucho más como para llegar a hacer posible esta coalición. Creo que no se trata de gobernar por gobernar, sino de tener un propósito y el nuestro era esta ciudad del futuro. Después de 4 años hemos demostrado una estabilidad y un compromiso con la ciudad que es incuestionable.

El reto del próximo mandato es continuar avanzando y quien esté dispuesto a hacerlo podra sumarse al proyecto"

¿Después del pacto ERC - PSC por los presupuestos es todavía más posible que se repita un acuerdo entre estas dos formaciones en Sant Cugat?
Lo que pasará a partir del 17 de junio (cuándo se tienen que constituir los ayuntamientos) no depende tanto de con quién lo haces sino de para hacer qué. Decíamos que este gobierno tenía todo el sentido del mundo porque teníamos un propósito muy claro y estábamos de acuerdo con muchas cosas que considerábamos que la ciudad necesitaba y estos cuatro años hemos hecho avanzar Sant Cugat. El reto del próximo mandato es seguir avanzando y por mi parte aquellos que estén dispuestos a seguir avanzando y quieran sumarse al proyecto se podrán sumar y si seguimos pensando que este es el proyecto que Sant Cugat necesita pues podremos continuar.

¿Y con Junts se podría llegar a un pacto de gobierno?
En las elecciones municipales en cada municipio hay unas dinámicas y tengo muy claro lo que Sant Cugat necesita. Por lo tanto, quien quiera sumarse al gobierno de la ciudad lo tiene que hacer para avanzar, ya no podemos retroceder. Lo que me preocupa es que el nuevo gobierno no sea capaz de seguir haciendo avanzar la ciudad con todo lo que hemos estado haciendo estos últimos cuatro años. No podemos ir hacia atrás. Por ejemplo, en estos cuatro años este gobierno ha puesto encima de la mesa uno de los principales problemas que tiene la ciudad, que es el acceso a la vivienda. En 32 años de gobierno convergente nunca se había hablado de esta realidad. Nosotros lo hemos afrontado y hemos puesto en marcha un plan de vivienda asequible muy ambicioso para 2030. Eso es lo que la gente necesita. Por lo tanto, si la gente de Junts está dispuesta a aceptar qué necesita en estos momentos Sant Cugat, si se suman a trabajar por este Sant Cugat del futuro y no se empeñan en hacer retroceder la ciudad, pues tendrán oportunidades en este proyecto.

La llegada de Puigneró como número 5 en la lista de Junts provoca que se puedan acercar o alejar posiciones de cara a un posible pacto? Teniendo en cuenta la relación ERC - Junts y el hecho que la rotura del Govern empezó con el cese de Puigneró por parte de Aragonés.

Repito que lo importante no es quien, sino para hacer qué. Nosotros queremos que la ciudad continúe avanzando para garantizar el bienestar de la ciudadanía y su calidad de vida, haciendo que se adapte a las necesidades del siglo XXI y que llegue a todo el mundo. Quién nos quiera acompañar en este proyecto bienvenido será, pero no tengo nada que decir sobre las personas concretas que se presentan con otros partidos políticos.

Mireia Ingla alcaldesa Sant Cugat en la sala de plenos QUIMO RIERA
La alcaldable de ERC en Sant Cugat del Vallès y actual alcaldesa, Mireia Ingla / Foto: Quim Riera

¿Dejando de lado los posibles pactos para formar gobierno, cuál ha sido el principal escollo que se ha encontrado en estos 4 años?
Este ayuntamiento, después de 32 años de gobiernos convergentes, funcionaba con una cierta inercia, con poca voluntad de ir haciendo avanzar la ciudad y vivir mucho de los réditos del pasado. Esta es una ciudad que es referente en muchas cosas, es una ciudad exitosa, pero como todo cada día se tiene que ir trabajando y se tienen que poner herramientas para que eso no se detenga y eso no se había hecho durante los últimos gobiernos convergentes. Dentro del Ayuntamiento también nos hemos encontrado una imagen de desidia, una maquinaria poco preparada en el ámbito de recursos humanos y materiales para afrontar las grandes necesidades que tiene Sant Cugat, como cambios en la movilidad, transición energética, sostenibilidad o el acceso a la vivienda. Todo eso no lo quisieron afrontar los gobiernos anteriores y hacen falta voluntad y valentía para hacerlo. Estos son los escollos que nos encontramos, una administración poco preparada para poder asumir estos retos y hemos tenido que destinar una buena parte del tiempo a preparar la administración y dotarla de recursos.

¿Qué políticas propone de cara a un posible segundo mandato?
Pues en un futuro mandato lo que tenemos que hacer se apostar para poner los cimientos de los cambios a que hemos impulsado durante esta legislatura. Nos enfrentamos a dar todos los servicios que necesita una ciudad que cada día es mas grande y tenemos que poner todos los servicios públicos al día. Hablamos, por ejemplo, de recogida de residuos, el servicio de atención domiciliaria, de dotar la ciudad de equipamientos educativos y deportivos. Por ejemplo dónde hemos previsto una inversión de 9 millones de euros en el próximo mandato en equipamientos deportivos que se suman a los 9 millones de este mandato. Tenemos retos muy importantes como ciudad, como seguir avanzando en la transición energética, en eso somos la ciudad que tiene más placas fotovoltaicas del país y seguimos apostando para que todos los edificios públicos puedan tener suficiencia energética. Y en definitiva hacer todo aquello que hay que hacer para que una ciudad pueda afrontar los retos del siglo XXI, hacer una ciudad moderna, con calidad de vida y siempre sostenible.

¿Cuál es el futuro inmediato del proyecto de la escuela de La Mirada de Volpelleres?
El futuro del proyecto de La Mirada es sacarlo adelante. Tenemos una suspensión cautelar que recurrimos y que, por lo tanto, esperamos que se tome una decisión por parte del juzgado que dictó esta suspensión cautelar. Nosotros estamos esperando, convencidos de que se levantará, porque hemos hecho todo lo que hacía falta para que la escuela se pueda empezar a construir después de muchos años de obstáculos. Estos obstáculos ya nos los encontramos cuando llegamos al gobierno por culpa de una mala previsión de la ubicación y tuvimos que buscar una ubicación alternativa y modificamos el proyecto para adaptarlo a la nueva localización. Hay unos niños y niñas que hace años que están en módulos, son los niños de unas familias que en su día apostaron por una nueva escuela. Por lo tanto, la hoja de ruta es esperar a que se levante la suspensión cautelar y poder empezar a construir. Tenemos la constructora preparada con la licitación hecha. No hay otra alternativa.

Mireia Ingla en la sala de plenos de Sant Cugat del Vallès / Foto: Quimo Riera
Mireia Ingla en la sala de plenos de Sant Cugat del Vallès / Foto: Quim Riera

¿A veces se dice que es fácil volver a gobernar en Sant Cugat si las calles están limpias y los parques cuidados, pero durante estos últimos 4 años el mantenimiento de la ciudad ha sido criticado, cree que el mantenimiento ha sido deficiente?
En estos momentos es un tema que tenemos sobre la mesa como tema estrella. Es lógico, la gente es exigente y eso pasa en todas partes, pero esta es una ciudad muy comprometida en este sentido e invertimos mucho dinero en su mantenimiento, especialmente en los parques y jardines. Es una ciudad muy verde que contribuye a generar este bienestar y calidad de vida que comentaba antes y la gente hace un efecto llamada porque tenemos una ciudad muy bonita, preciosa diría yo. Lo que hemos hecho durante estos años es adaptar todo eso para no perderlo. Ahora estamos en episodio de sequía y se exige a las administraciones compromiso con la gestión del agua. Pues bien, en Sant Cugat ya hace dos años que iniciamos nuestro propio plan de sequía que hoy en día es un plan modélico. Otras ciudades nos preguntan cómo lo hemos hecho porque somos capaces de hacer compatible la sostenibilidad y la gestión del agua con tener parques y jardines con nueva vegetación. Es obvio que no podemos hacer lo mismo que hacíamos en el siglo pasado, como tener plantas y árboles de temporada, por eso hemos cambiado hacia vegetación mediterránea que necesita mucha menos agua. Eso nos permite tener una ciudad igual de bonita, pero que necesita menos agua.

¿Cómo valora los resultados de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Sant Cugat? ¿Ha tenido realmente un efecto palpable en la calidad de vida de los ciudadanos?
La ZBE se implementó con la voluntad de garantizar la calidad del aire, porque somos una ciudad muy saludable que se caracteriza por esta calidad del aire que está en riesgo si no hacemos nada. Si vivimos de inercia, si no nos queremos comprometer y no hacemos nada para no molestar a nadie, al final perderemos todo lo que tenemos. La ZBE es una medida clarísima en este sentido, la prueba de eso es que será obligatoria en 2025 en todas las grandes ciudades catalanas y el 2030 en todo el país. No es una decisión que hemos tomado de forma individual, sino que nos adelantamos para preservar este bienestar. Según los últimos datos de la ZBE demuestran que claramente ha supuesto una reducción de emisiones contaminantes. Con números en la mano, en dióxido de nitrógeno hemos pasado en el 2016 de tener 27 gramos / metro cúbico a actualmente tener 20. Por lo tanto, la reducción se clarísima. En estos momentos solo hay un 1,9% de vehículos contaminantes que pasan por la ZBE, hemos conseguido reducirlo muchísimo. Es una herramienta imprescindible de lo que comentaba de poner las bases de una ciudad moderna.

¿Qué le hubiera dicho usted a la Mireia Ingla de 2019, justo antes de llegar a la alcaldía de Sant Cugat, o en caso que ganara las elecciones del 28 de mayo y volviera a gobernar?
Yo le diría que es imprescindible para hacer de alcaldesa gobernar para todo el mundo, que es el que hemos estado haciendo estos últimos 4 años. Escuchar a la gente y ser útiles para resolver sus problemas del día a día. A menudo eso se olvida y es lo que he intentado hacer durante estos 4 años y si ahora tuviera que volver a empezar, me gustaría que alguien me lo dijera.