Todos los diarios abren portada con una noticia que ha saltado este viernes por la noche: Pedro Sánchez necesitará el sí de los diputados de Junts si quiere volver a ser presidente del gobierno español. Al menos el sí de dos diputados de Junts y la abstención de los otros cinco. Antes le bastaba con la abstención. La razón es el voto exterior de Madrid, que ha trasladado un diputado del PSOE al PP, de manera que el bloque de la derecha (PP, Vox, UPN y Coalición Canaria) suma ahora 172 diputados, mientras que el oficialista (PSOE, Sumar, ERC, EH Bildu, PNV y BNG) pasa a 171 escaños.
Se huele cierta inquietud o tensión en los diarios a la hora de explicar la situación de Sánchez y la ventaja de Junts en la negociación. El Trío de la Bencina utiliza el nombre de Carles Puigdemont para identificar el protagonista principal, mientras que en los diarios más gubernamentales siempre hablan de Junts, que que es técnicamente correcta. Al fin y al cabo, solo son los prolegómenos de la gran negociación, son los jugadores que ponen el tapete sobre la mesa y seleccionan las barajas antes de arrancar la partida. Estos días se habla mucho pero se ve poca acción —parece que la política española esté suspendida en el aire.
La Vanguardia y El Punt Avui son los únicos que no abren portada con ese cambio destacable en el tablero político español. Es una decisión extraña, porque los temas que escogen para encabezar la primera página no son nuevos ni tienen tanto impacto ahora mismo. Que "la banca se infla", como titula El Punt Avui, no toma a nadie desprevenido. Y sí se hincha: CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter y Unicaja han levantado unos beneficios de 12.386 millones de euros, un 20,2% más que en el mismo periodo del 2022. La Vanguardia va con un tema conocido —la eliminación de los plásticos de un solo uso, como los cubiertos, vasos, etc. — que es del mes pasado o del mes que viene, si quieres. Es dudoso que esta sea la gran conversación de este sábado. Se puede especular que el diario elige estos temas como una manera de interrumpir y rectificar el viraje que ya había arrancado, como suele suceder en el diario de los Godó cuando detecta cambios en la corriente de fondo de la política española.
