Tal día como hoy del año 1174, hace 850 años, en la catedral de Zaragoza, se celebraba el matrimonio de Alfons-Ramon (hijo primogénito de Ramón Berenguer IV, conde independiente de Barcelona y hombre principal de Aragón, y de Petronila, única hija y sucesora del rey Ramiro II de Aragón) y de Sancha (hija del rey Alfonso VIII de León y de Castilla y de Riquilda de Polonia, hija del gran duque de Polonia). En el momento en que se celebraron aquellas bodas, Alfonso-Ramón (Huesca, 1157) era conde independiente de Barcelona y rey de Aragón desde la muerte de su padre (1162), pero hasta aquel día no se le reconoció la mayoría de edad (en aquel momento tenía diecisiete años).

Durante la minoría de edad de Alfonso-Ramón (1162, muerte de Ramón Berenguer IV y 1174, boda y mayoría de edad del heredero), la cancillería catalanoaragonesa había sido gobernada por un consejo de regencia formado por ocho personalidades. Cinco catalanes: Guillem de Torroja (obispo de Barcelona), Pere Tarroja (obispo de Zaragoza), Guillem Ramon de Montcada (senescal del condado de Barcelona), Guillem de Cervera, Guillem de Castellvell y Ponç de Mataplana, dos aragoneses: Blasco Romero (mayordomo del reino de Aragón) y Martín de Vergua (obispo de Tarassona), y el languedociano Guillermo VII de Montpellier.

También, durante esta época de regencia, Alfons-Ramon había sido tutelado por Pere I, conde independiente de Provença y por Enrique II, rey de Inglaterra, esposo de Leonor de Aquitania y aliado de Ramón Berenguer IV. A partir de las nupcias reinaría como Alfonso I de Barcelona y II de Aragón, y sería conocido con los sobrenombres del Casto y del Trovador. Durante sus veintidós años de gobierno efectivo (1174-1196), su política exterior estuvo orientada hacia Occitania (la reunión de los dominios catalanes, languedocianos y provenzales de la época de sus abuelos paternos Ramón Berenguer III, conde independiente de Barcelona y Dulce, condesa independiente de Provenza).