Tal día como hoy del año 1208, hace 817 años, en Sijena (Reino de Aragón - Confederación catalanoaragonesa), moría la reina Sancha, hija de Alfonso VII de León y Riquilda de Polonia, y esposa del rey Alfonso-Ramón, hijo de Ramón Berenguer IV de Barcelona y Petronila de Aragón. Sancha había nacido en Toledo (1154), y a los veinte años (1174) la habían casado con el rey Alfonso-Ramón, primer soberano conjunto de los dominios de Barcelona y de Aragón. Sancha y Alfonso-Ramón tuvieron nueve hijos (cinco chicos y cuatro chicas), cuatro de los cuales serían soberanos en diferentes dominios del continente. El primogénito sería Pedro I de Barcelona y II de Aragón.

En 1196 enviudó y se retiró al monasterio de Sijena, que ella misma había fundado pocos años antes (1188) y en el que había establecido una comunidad de monjas de la orden de las Hospitalarias. La idea de Sancha era convertir Sijena en el panteón real de los monarcas catalanoaragoneses (con anterioridad los condes de Barcelona se habían enterrado en Ripoll y los reyes de Aragón en San Juan de la Peña). Pero su propósito no tuvo éxito. Solo ella y su hijo, el rey Pedro I de Barcelona y II de Aragón, muerto en la batalla de Muret, serían enterrados en Sijena. La de Sancha (1208) y la de Pedro (1213) son las dos únicas tumbas reales en Sijena.

Mientras Sancha estuvo en Sijena (1196-1208), el monasterio vivió una etapa de crecimiento importante. No obstante, el marido y padre —respectivamente— de Sancha y Pedro I, el rey Alfonso-Ramón, se hizo enterrar en Poblet (1196). Alfonso-Ramón, conocido también como Alfonso el Casto, fue el primer miembro del Casal de Barcelona (de una lista de más de treinta personas, entre reyes, reinas, infantes e infantas) que fue sepultado en Poblet. Posteriormente, el rey Jaime I, nieto de Sancha e hijo de Pedro I, decretaría que la Corona (los reyes del Casal de Barcelona) se convertía en protectora de Poblet y el propósito de Sancha se desvanecería para siempre.