Tal día como hoy del año 1947, hace 70 años, moría en Buenos Aires (Argentina) Francesc Cambó i Batlle, una de las figuras más importantes del panorama político catalán durante el periodo histórico de formación y consolidación del catalanismo político: entre 1898 —la independencia de las últimas colonias españolas de ultramar— y 1936 —el estallido de la guerra civil española, que condujo a la dictadura franquista. Cambó fue, con Prat de la Riba, Puig i Cadafalch —presidentes sucesivos de la Mancomunitat de Catalunya— y Verdaguer i Callís —fundador del influyente diario La Veu de Catalunya, creador de la conservadora Lliga Regionalista, partido político hegemónico en Catalunya y aglutinador del catalanismo político en las dos primeras décadas del siglo XX.

Cambó (1876-1947), nacido en Verges (Baix Empordà) y criado en Besalú (Garrotxa) en un entorno familiar de propietarios rurales, se acabó formando en derecho en Barcelona para dar salida a una fuerte vocación política que se le manifestó de bien joven. Desarrolló una fructífera carrera que, a la muerte de Prat de la Riba (1917), lo convirtió en el líder de la Lliga Regionalista y, junto con Puig i Cadafalch, en el político más poderoso de Catalunya. Furibundo anticomunista, tejió una idea monopolista del catalanismo, pactista, autonomista, monárquica y defensora de los intereses de la burguesía —el precedente remoto de la política del "peix al cove"—, que lo enfrentó tanto con los potentes movimientos obreros, como con el creciente independentismo catalán.

Su estrella política se empezó a apagar cuando conspiró con el rey Alfonso XIII para instaurar la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), que perseguiría implacablemente la lengua y la cultura catalanas. Una factura draconiana que la Lliga Regionalista pagaría con una clamorosa derrota electoral en los primeros comicios republicanos (1931). Posteriormente se presentó en las listas de la CEDA —la derecha españolista y antirrepublicana. Al estallar la guerra civil, se le acusó de haber colaborado con el golpe de estado franquista, aunque no está del todo probado. Poco después se exilió y murió sin haber conseguido retornar. Legó una importante colección de pintura renacentista al Ayuntamiento de Barcelona, que actualmente se expone en el MNAC.