Tal día como hoy del año 1899, hace 119 años, la Compañía Anónima del Tranvía ―de Barcelona― (anteriormente Compañía General del Tranvía) anunciaba que ponía en venta 75 caballos de tiro que, hasta entonces, habían estado la fuerza motriz de aquel medio de transporte público; y que los interesados en adquirirlos podían dirigirse a la estación de Josepets, en la Vila de Gràcia. Pocas semanas antes, la Compañía Anónima del Tranvía había completado las obras de instalación de su primera línea electrificada: la circunvalación que unía el Born con el Raval a través de las rondas de Sant Pau y de Sant Antoni; y había probado con éxito los primeros tranvías de su red propulsados con energía eléctrica. Los 75 caballos que se ponían en venta eran el parque de tiro de aquella primera línea electrificada.

La Compañia de Tranvias de Barcelona electrifica la linia y pone en venta los caballos. Plano de la red de tranvies de Barcelona. Fuente Ayuntamiento de Barcelona

Plano de la red de tranvías de Barcelona / Fuente: Ayuntamiento de Barcelona

En la Barcelona de finales del siglo XIX operaban cinco líneas privadas de tranvías dedicadas al transporte público. Las más importantes eran la Barcelona Tramway Company y la Compañía Anónima del Tranvía, que serían las pioneras en el proceso de electrificación de las líneas. Durante los ocho años siguientes (1899-1907) tanto las dos compañías principales como las tres secundarias (Tranvía de Vapor de San Andrés, Sociedad Catalana de Tranvías y Tranvía de Barcelona a Gracia) completarían la electrificación de todas las líneas de la ciudad. Cuando el año 1911 la Barcelona Tramway lideró la fusión de todas las compañías de la ciudad y de las villas de los alrededores, ya no quedaba ningún tranvía de tracción animal. Durante aquellos ocho años se habían sustituido más de 1.000 caballos por la nueva fuerza motriz.