Tal día como hoy del año 1939, hace 80 años, en el marco de la Guerra Civil española (1936-1939), la Gaceta Oficial de la República Española (que se editaba en València desde noviembre de 1936) hacía pública la orden de incorporación al ejército de todos los chicos catalanes y valencianos (prácticamente los únicos territorios que estaban bajo el control republicano) que durante el año 1938 habían cumplido los dieciocho años, o que los tenían que cumplir durante el primer trimestre de 1939.

Aunque en la nota se podía interpretar que el gobierno de la República no reclutaba a menores de dieciocho años, se daba la circunstancia de que las levas de 1920 y de 1921 ya habían sido incorporadas y movilizadas el año anterior (1938). La última quinta del Biberón estaría formada por chicos nacidos entre enero y marzo de 1922 que, en el momento que fueron movilizados ―como había pasado también en la leva de los nacidos el 1921― sólo tenían diecisiete años.

En la nota publicada se les exigía que se presentaran al CRIM (Centro de Reclutamiento, Instrucción y Movilización) del Ejército Popular de la República situado en su zona territorial y también pedía que "cada movilizado deberá hacer su presentación llevando manta, calzado y cubierto; todo en buen estado". Poco después eran enviados al frente de guerra, que en aquellos días estaba situado en las comarcas occidentales del país: la Noguera, les Garrigues, la Conca de Barberà y el Priorat.

Finalmente, los supervivientes de aquella última leva del Biberón acabarían formando parte de las columnas civiles y militares republicanas que, entre febrero y marzo de 1939, atravesaron la frontera francesa. Serían internados en los campos de refugiados de Argelers y de Sant Cebrià (Rosselló-Catalunya Nord) y de Agde (Languedoc). En cambio, los que fueron hechos prisioneros por el ejército rebelde fueron recluidos en batallones de trabajos forzados y después obligados a cumplir el servicio militar con el nuevo régimen franquista.