Tal día como hoy del año 1931, hace 87 años, los directivos de la compañía de capital catalán Ferrocarrils de Muntanya de Grans Pendents inauguraban el primer trayecto del cremallera que unía la estación ferroviaria de Ribes de Freser (de la línea Barcelona-Puigcerdà-La Tor de Querol) con el santuario de Núria, pasando por la villa de Ribes, el pueblo de Queralbs y el despoblado de Rialb. Aquel trayecto ferroviario, de 12,5 kilómetros de longitud, salvaba un desnivel de 1.059 metros y se convertía en el primer sistema de transporte público que llegaba hasta Núria, entonces ya un incipiente centro de turismo. El cremallera de Núria tendría, entre sus primeros viajes, los ponentes del Estatut d'Autonomia de 1932 (el estatuto republicano), que fue debatido y terminado entre abril y junio de 1931 y refrendado por el pueblo de Catalunya el 2 de agosto del mismo año.
La construcción del cremallera de Núria se había iniciado el 24 de mayo de 1928, casi tres años antes de su inauguració, y llegaron a trabajar en él mil personas. En una primera fase se construyeron los terraplenes de las cornisas, los túneles y los puentes por donde tenía que circular la línea férrea, simultáneamente desde Ribes y desde Núria. Y en una segunda fase, a partir de los inicios de 1930, se colocaron los raíles en sentido ascendente. El cremallera de Núria sería la segunda línea ferroviaria de grandes pendientes de Catalunya después de la de Montserrat (1892), y la segunda de los Pirineos después de la de Larrun, en el País Vasco francés (1924). Actualmente es, con la de Montserrat, una de las dos únicas líneas de cremallera en la península Ibérica, y desde 1994 es gestionada por la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat.