Tal día como hoy del año 1713, hace 306 años, en el contexto de la Guerra de los Catalanes (1713-1714) –la última fase de la Guerra de Sucesión hispánica– (1705-1715), un regimiento del ejército borbónico franco-castellano comandado por el general Feliciano Bracamonte y Rodriguez de las Varillas, se lanzaba sobre la villa de Terrassa y se entregaba al saqueo y al incendio de las casas; y a la violación y asesinato de las personas que opusieron resistencia. Aquella operación formaba parte del plan de Felipe V, el primer Borbón hispánico y de Restaino Cantelmo-Stuart –duque de Pópuli- y comandante en jefe de las fuerzas borbónicos en el frente de Catalunya; consistente en crear y alimentar un clima de terror generalizado que tenía que desmovilizar la resistencia catalana.

Terrassa fue la villa elegida para llevar a cabo aquella macabra operación, por su condición de centro de mercado del Vallès, y porque no tenía ningún tipo de defensa militar. En aquel brutal episodio, las tropas borbónicas de Bracamonte saquearon todas las despensas particulares y los almacenes de los comerciantes, robaron todos los objetos de valor que encontraron (tanto en las casas como en las iglesias), incendiaron 105 edificios (más de un tercio del parque inmobiliario de la villa), violaron una cantidad indeterminada de mujeres y ejecutaron a 22 hombres. Terrassa, que antes de la masacre era una pequeña villa de 3.000 habitantes, quedaría arruinada y parcialmente abandonada, y tardaría décadas en recuperar los niveles demográficos y económicos anteriores al ataque borbónico.