Tal día como hoy del año 1944, hace 81 años, en Berlín, y en el contexto de la II Guerra Mundial (1939-1945), Adolf Hitler, jefe de Estado del régimen nazi alemán, condecoraba al espía Joan Pujol i Garcia (Barcelona, 1914), que la inteligencia alemana identificaba con el nombre en clave de Arabel, por sus "servicios extraordinarios" en el desmantelamiento de la Operación Overlord (el desembarque aliado en el continente europeo). Arabel, desde una estación secreta en Londres, informó —repetidamente— de que el desembarque se produciría en Calais y no en Normandía, como acabaría produciéndose. Sin embargo, Hitler siempre creyó que aquella contradicción se debía a un cambio de planes del mando aliado que se habría decidido a última hora y reconoció a Arabel su labor con la concesión de la condecoración.
Sin embargo, en realidad, Arabel era un espía doble que trabajaba al servicio del MI-5 británico, identificado con el nombre en clave de Garbo, y desde su estación de la calle Saint James de Londres —y siguiendo instrucciones del mando aliado— había enviado a los alemanes información falsa. La inteligencia alemana nunca sospechó de Arabel/Garbo, porque la información que enviaba estaba perfectamente codificada, y de esta forma los alemanes fortificaron especialmente el estrecho de Calais. No obstante, la espesa red de fortificaciones alemanas en la costa atlántica continental no facilitaría la operación aliada, que acabaría perdiendo a más de 10.000 soldados en la invasión de Normandía. Pocos meses después, el gobierno británico condecoró a Garbo con la Orden del Imperio Británico por los servicios prestados en el operativo de Normandía.