Tal día como hoy del año 1931, hace 90 años, Francesc Macià i Llussà llegaba a Barcelona desde el exilio de Bruselas. Macià, fundador de la formación política Estat Català (el primer partido independentista de la historia de Catalunya); y diputado en las Cortes españolas; se había marchado al exilio poco después del golpe de estado del general Primo de Rivera (15/09/1923), que puso fin a cincuenta años de regímenes democráticos y que liquidó la Mancomunidad de Catalunya, el organismo preautonómico que debía conducir al autogobierno.

Según la prensa de la época (La Vanguardia, edición del 24/02/1931); Macià y su esposa Eugènia Lamarca, se alojaron en la casa de su hija mayor Maria Macià Lamarca y su yerno, el doctor Antoni Peyrí i Rocamora; en la calle de Provença, 293, de Barcelona. La misma prensa informaba de que el matrimonio Macià-Lamarca había hecho el trayecto Bruselas-París-Portbou, en tren. Y de Portbou a Barcelona en el automóvil de unos amigos. En Barcelona fue recibido por una gran cantidad de gente.

Inicialmente, Macià se había exiliado a Perpiñán. Y desde la capital del Rosellón había efectuado un largo viaje al continente americano, visitando los casales catalanes. Durante esta gira, puso en circulación el empréstito Pau Claris, que reunió nueve millones de pesetas (el equivalente a unos cuarenta millones de euros), que se destinarían a crear un ejército catalán que sería la punta de lanza del movimiento independentista. Aquel empréstito fue suscrito, principalmente, por grandes empresarios catalanes residentes en América.

De nuevo, en la capital del Rosellón organizó y lideró un pequeño ejército que debía llevar a cabo una serie de acciones armadas, que impulsarían una rebelión general que debía culminar con la independencia de Catalunya. Aquella tentativa, conocida como el Compot de Prats de Molló (1926) fracasó a causa de un espía del régimen fascista de Mussolini infiltrado en el grupo. No obstante, Macià consiguió -por primera vez desde 1714- internacionalizar las reivindicaciones nacionales catalanas.

Efectivamente, la desarticulación de aquel pequeño ejército -por parte de la Gendarmería francesa- y el juicio a sus líderes -en París-, fue la noticia más comentada por la prensa europea entre diciembre de 1926 y enero de 1927. Aquella juicio se saldó con una mínima condena (expulsión de territorio francés) que llevó a Macià al exilio de Bruselas. Macià, que se había marchado al exilio como un diputado más, se convertía en una figura mítica de la política catalana.

Días después de su retorno (marzo,1931), lideraba la fundación de Esquerra Republicana de Catalunya, formada por los partidos independentistas Estat Català (Macià), Grup d’Opinió de Barcelona (Lluhí i Vallescà) y los partidos federalistas Partit Republicà Català (Compañeros) y Joventut Republicana de Lleida (Torres). ERC ganó las elecciones municipales del 12/04/1931; y Macià proclamaba la restauración del autogobierno; y se convertía en el primer presidente de la Generalitat republicana.