Tal día como hoy del año 1707, hace 316 años, entraba en vigor el "Union Act", el paquete de leyes previamente aprobadas por los parlamentos de Londres y de Edimburgo que sellaban la creación del Reino Unido de Gran Bretaña. En aquel momento, Inglaterra estaba inmersa en la Guerra de Sucesión hispánica (1701-1715), y formaba parte de la terna de potencias de la alianza internacional austriacista. De esta forma, Escocia; que no había entrado de forma abierta en aquella guerra, pero que en los grandes conflictos internacionales siempre se había posicionado en el bando contrario del que estaba Inglaterra; se alineaba con Catalunya.

En aquel momento, también, Catalunya era ya el único territorio peninsular que no había sido ocupado por los borbónicos. Durante el año anterior, los borbónicos habían ocupado la mitad occidental de Aragón. Y solo seis días antes (25 de abril de 1707), el ejército de la alianza internacional austriacista había sido derrotado en Almansa, y los borbónicos habían iniciado la ocupación del País Valencià. Después vendría el contraataque austriacista, con la ofensiva sobre Zaragoza, que se saldaría con la vergonzosa huida de Felipe V disfrazado de molinera para evitar caer en manos del ejército de Carlos de Habsburgo (Batalla de Torrero, 20 de agosto de 1710).

Durante aquella fase del conflicto (1707-1714), el ejército austriacista contó con varios regimientos escoceses que fueron situados en Catalunya; que se unieron a los mercenarios escoceses que combatían en el ejército inglés. No obstante, la sociedad escocesa de la época nunca reaccionó de forma unánime a aquella nueva situación. Dividida entre los partidarios del "Union Act" —de confesión reformista—, y los jacobitas —de confesión católica y con el apoyo y la protección de la corte francesa de Luis XIV, el abuelo y valedor de Felipe V—; vieron aquella guerra como una extensión de la fractura que afectaba a su sociedad.