Tal día como hoy, hace 1215 años, Carlomagno -el emperador de los francos- y Luis -su hijo y rey de Aquitania- nombraban a Berà -un notable de la Septimània- primer conde de Barcelona. Berà -que las fuentes apuntan que era natural de Carcasona- respondía al perfil clásico de los notables que participaron en la recuperación -la conquista franca- de la Catalunya vella. Era hijo de un notable franco de Tolosa de Languedoc, con responsabilidades de gobierno en la administración franca. Y de una oligarca de la Septimania (el actual Languedoc) descendente de la nobleza visigótica de Tarraco, de Barcino o de Empúries, que con la invasión árabe del siglo anterior había encontrado refugio en los dominios francos.

El condado de Barcelona reunía los territorios de una antigua división romana de raíz norte-ibérica -la nación de los layetanos- que se correspondía a las actuales comarcas del Maresme, el Barcelonès, los dos Vallès y el Baix Llobregat. Con la invasión árabe (714) la antigua Laietania había quedado prácticamente abandonada y cuando Carlomagno la incorporó al imperio franco (801) la repobló con gente de la Septimania; básicamente galo-romanos y descendentes de refugiados íbero-romanos que retornaban al solar de sus antepasados. En cambio las nuevas clases dirigentes -el régimen feudal ya se había impuesto plenamente en Europa- estaban compuestas por una élite militar franca de ascendencia visigótica.

Desde un buen comienzo Barcelona ejerció un papel de capitalidad con respecto a los condados francos que en el futuro se denominarían Catalunya. Inicialmente formaba parte de una unidad administrativa y militar superior: el marquesado de Gotia, con capital en Narbona. Pero el año 865 se dividía aquella unidad. Narbona sería la capital del marquesado de Septimania, y Barcelona, del marquesado de Gotia. Desde entonces, el condado de Barcelona siempre ejercería el papel de "hermano mayor" del resto de condados catalanes, y en reconocimiento a este ascendiente sus condes serían nombrados Príncipes, que era una figura de raíz romana y republicana que significaba hombre principal, y que es el origen de la denominación Principat de Catalunya.