Tal día como hoy del año 1706, hace 319 años, y en el contexto de la Guerra de Sucesión hispánica (1701-1715), una fuerza expedicionaria austracista procedente de Portugal, formada por efectivos portugueses, ingleses, neerlandeses y catalanes, y dirigida por el general António Luís de Sousa, marqués das Minas, se plantaba en El Pardo, una pequeña villa a las afueras de Madrid. Das Minas había dirigido una campaña muy inteligente. Desde que había penetrado en territorio hispánico por Extremadura (mayo de 1706), había eludido la posibilidad de dirigirse a Madrid siguiendo el curso de los ríos Tajo y Manzanares (trayectoria oeste-este), porque sabía que el general borbónico Berwick lo esperaba en Toledo para sorprenderlo, alejado y aislado de su retaguardia.
Das Minas penetró en territorio borbónico a través de Alcántara (entonces provincia de Extremadura) y avanzó en sentido sur-norte, recorriendo la frontera hispano-portuguesa, hasta que a la altura de Ciudad Rodrigo (entonces provincia del reino de León) ordenó un giro de 120 grados y se dirigió a Madrid desde el norte (por Ávila). Mientras tanto, el borbónico Berwick lo esperaba al sur de la capital (en Toledo). El 27 de junio —dos meses después del inicio de la campaña— la fuerza expedicionaria de das Minas acampaba en El Pardo, entonces un pequeño municipio al norte de Madrid. En aquel momento Berwick supo que ya no podía defender Madrid, porque, con sus fuerzas, era a dos días de camino de la "villa y corte".
Aquel mismo día el alcalde y los concejales de la "villa y corte" acudieron al campamento austracista para jurar fidelidad a la causa de Carlos de Habsburgo y para implorar piedad y benevolencia por su adscripción al partido borbónico. Y, también, aquel mismo día, el rey Felipe V y su mujer Luisa Gabriela salieron precipitadamente del Real Alcázar y emprendieron la huida hacia el norte, dirección Francia. Según las fuentes, el carruaje hizo varios cambios de caballerías, pero los Borbones no se detuvieron hasta Burgos. Durante su estancia en Burgos siempre tuvieron la vista y el pensamiento puestos en la huida definitiva a Francia.