El mes de enero que se acaba de iniciar tendrá antes de la constitución del Parlament, el próximo día 17, al menos dos platos fuertes judiciales: el día 4 el vicepresident Oriol Junqueras comparecerá ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, que debe estudiar el recurso que presentó para su puesta en libertad, y el día 11 el conseller Forn y los Jordis, Sánchez y Cuixart, han pedido ampliar su declaración ante el juez instructor del Supremo Pablo Llarena con el mismo objetivo de abandonar la prisión.

En el caso de Junqueras son 60 noches privado de libertad. Las mismas que las de Forn. Los Jordis suman una veintena más, ya que ingresaron en Alcalá Meco unas semanas antes. Ha sido el president Puigdemont el primero que no ha querido esperar muchas horas del nuevo año para destacar que en España había presos políticos por defender sus ideas y reclamar su urgente puesta en libertad.

Aunque la fiscalía mantiene en los cuatro casos el criterio de que han de permanecer en prisión preventiva, es obvio que las circunstancias han cambiado desde su ingreso con las elecciones del pasado día 21, además de ser muy discutible las medidas que se han adoptado, como ha puesto de relieve el magistrado Martín Pallín. 

Si la prisión y el exilio tuvieron sus consecuencias durante la campaña, es obvio que también las tiene en la apertura del Parlament y en la negociación del nuevo Govern. Tanto es así que el PP no deja de animar a Ciudadanos y al PSC a que intenten apoderarse de la Mesa del Parlament, aprovechando las circunstancias judiciales. Ocho diputados de Junts per Catalunya y de Esquerra podrían tener dificultades desde la prisión o desde el exilio para acceder al Parlament. Siempre que los comuns mantengan una actitud equidistante en las votaciones. 

Todo ello se ha de dirimir en lo que respecta a la posición judicial en los próximos diez o quince días. Casualidades o no, ambos calendarios se van a solapar. Y la primera señal será la evaluación de la Sala Penal del TS. La vía Junqueras y su salida de la prisión sería un primer paso para normalizar la legislatura y rebajar la tensión. Igualmente, la libertad el día 11 de Forn, Sánchez y Cuixart.