Acostumbrado como está el independentismo a protagonizar manifestaciones masivas que han tenido un seguimiento en los medios de comunicación internacionales importante, habrá que coincidir que la concentración de este domingo en la plaza de Colón de Madrid de toda la derecha, la que supuestamente se considera conservadora y la extrema, para protestar contra los indultos a los presos políticos que piensa aprobar en unos pocos días el gobierno de Pedro Sánchez, ha sido pobre.

Unas 25.000 personas, según la delegación del gobierno español (PSOE), seis veces más en opinión del Ayuntamiento de Madrid (PP) son las cifras oficiales que se han manejado. En cualquier caso, la cifra más alta sería de unos 125.000 asistentes, una cifra que no es despreciable en un caluroso domingo de junio, pero que queda lejos del ruido político y mediático que sus organizadores llevaban haciendo desde hace varias semanas. Sinceramente, si con autocares desplazados desde provincias este es el mayor despliegue que pueden protagonizar las tres derechas, Pedro Sánchez tiene una amplia pista de aterrizaje para los indultos a los presos políticos catalanes, por más que un infernal ruido de televisiones, radio y prensa pretenda hacer creer lo contrario.

El líder del PSOE salió con pocos rasguños de Colón por la mañana, en una manifestación que obviamente era contra él, y completó la jornada con una victoria de su candidato en las primarias del PSOE en Andalucía, Juan Espadas, que aplastó a Susana Díaz. La etapa de la expresidenta de la Junta de Andalucía ha tocado a su fin y su pulso con Sánchez ha acabado para ella de la peor manera posible. El presidente del Gobierno puede ser volátil e incumplidor con sus acuerdos políticos, pero lo que es seguro es que no olvida a todos aquellos que en un momento dado le han plantado cara y la otrora llamada la Sultana no ha resistido el tsunami que se ha puesto en marcha desde la Moncloa contra ella.

Si Casado, Abascal y Arrimadas salieron desde el primer momento a apropiarse de la concentración, fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la que llenó de contenido el acto más allá de las críticas a Pedro Sánchez mirando de situar en un brete a Felipe VI. El Rey que pasa por sintonizar más con la derecha que con el PSOE recibió un aviso de Ayuso: "¿Qué va a hacer el rey de España a partir de ahora? ¿Firmar los indultos?". Cierto que no puede hacer otra cosa, Constitución en mano, pero quién sabe si puede haber urdido algo el deep state o simplemente es una fanfarronada.