Decían que venían a cambiar la manera de hacer política, que eran un partido reformista y regeneracionista, y lo único que dejaron fue un odio desconocido en la vida política, una confrontación populista e incendiaria buscando la confrontación entre catalanes y, cuando el proyecto político fracasó, sin reparo alguno han recurrido a las puertas giratorias que tanto habían denunciado. Pero, como dice el refrán, una cosa es predicar y otra dar trigo. Albert Rivera fichó como presidente de una firma de abogados —de la que sería despedido por bajo rendimiento y escasa dedicación, y con la que pleiteó a razón de una indemnización de 500 días por año trabajado, pero esto es harina de otro costal— en lo que fue su aterrizaje en una puerta giratoria. Evidentemente, el valor de Rivera era su agenda, sus contactos políticos y empresariales y su capacidad de influir. Ni mucho menos su conocimiento como abogado ni, por lo que más tarde se dijo desde el despacho Martínez-Echeverría, su entrega en cuerpo y alma a su nueva profesión.

Aquella parte del Ibex que le había apoyado y abanderado, prudentemente borró el número de teléfono del arribista naranja y no le volvió a invitar ni a tomar café. Su nuevo empleo tiene que ver con un proyecto en el mundo de la educación, un programa para aprender a hablar y comunicar en público en el Instituto Universitario de Liderazgo Cardenal Cisneros. Este jueves hemos conocido la puerta giratoria de su delfín, Inés Arrimadas, que también salió de la política de una manera similar, por la puerta de atrás, aunque ella dejó Ciudadanos aún un poco más para abajo, electoralmente hablando, después de la debacle de las municipales y autonómicas del pasado mes de mayo, que les expulsó de la mayoría de municipios españoles y su presencia en las autonomías desapareció casi por completo.

Aquella regeneración proclamada tenía, evidentemente, mucho de postureo

Arrimadas ha aceptado el cargo de directora de ESG y Comunicación en una empresa de energías renovables, Recurrent Energy, integrada en el grupo Canadian Solar Inc. Pero entre sus responsabilidades en la compañía también se incluirán "los asuntos públicos y las relaciones institucionales de la empresa, trabajando estrechamente con el gigante global de almacenaje solar y de energía Canadian Solar Inc., del cual forma parte Recurrent Energy". Asuntos públicos y relaciones institucionales, toda una actividad de lobby para abrir puertas y ser, en cierta manera, un facilitador de problemas.

Aquella regeneración proclamada tenía, evidentemente, mucho de postureo. Nada diferente a los partidos tradicionales que acaban muchos de sus dirigentes desahuciados dando codazos para entrar en un consejo de administración, sin tener conocimiento alguno. No es necesario extenderse mucho en esta cuestión, ya que PSOE y PP, como grandes partidos españoles, han sido los más beneficiados por algunas de las grandes compañías. La única diferencia es que el PP y el PSOE de la regeneración política han hablado casi siempre con la boca pequeña, se han ahorrado las grandes proclamas y han ido haciendo, o sea, colocándose. Pero el tique Rivera-Arrimadas venían a cambiarlo todo y han hecho lo mismo, pero peor.