El Banco Santander obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.840 millones de euros en el primer trimestre de 2019, un 10 % menos que en el mismo periodo del año anterior, debido a un cargo neto de 108 millones por la venta de activos y los costes de reestructuraciones. 

Este cargo, explica el banco, incluye 150 millones de plusvalías obtenidas por la venta de la participación del 51 % de Prisma en Argentina, y 180 millones euros de pérdidas derivadas de la venta de una cartera de inmuebles residenciales en España, más un cargo de 78 millones por los costes de reestructuración en Reino Unido y Polonia.

En una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha explicado que pese a la caída del resultado del grupo, el beneficio ordinario creció en siete de sus diez mercados principales. 

EEUU registró nuevamente el mayor crecimiento, mientras que Brasil y México mantuvieron el impulso positivo de los últimos años, ha añadido Botín, que ha destacado que estos resultados se lograron "en un contexto operativo difícil, sobre todo en Reino Unido y Europa".