Los restauradores de la plaza Reial de Barcelona denuncian que se sienten "asfixiados" por el aumento del impuesto de las terrazas por parte del Ayuntamiento, que se enfila hasta el 61% este año a pesar de muchos han tenido que estar cerrados desde el inicio de la pandemia.

Aparte de este aumento del 61% del impuesto, hay que recordar que el impuesto para la restauración de esta zona ya subió un 1.100% antes de la pandemia, que supuso el aumento más fuerte de todos los que hizo el Ayuntamiento. Y aunque con la crisis de la Covid-19, el consistorio bonificó un 75% las tasas, pero sin embargo para los restauradores, la cantidad a pagar es mucho mayor que en años anteriores en que habían trabajado a pleno rendimiento. Es por eso que la Asociación de Amigos y Comerciantes de la Plaza Real urge el Ayuntamiento a reclasificar la zona.

En un comunicado, los restauradores aseguran que no "entienden la falta de sensibilidad del Ayuntamiento" y recuerdan que "las familias que regentan estos locales desde hace dos y tres generaciones han tenido que endeudarse pidiendo ICO y están luchando por sobrevivir y por preservar los 500 puestos de trabajo que están en juego".

La Asociación de Amigos y Comerciantes de la Plaza Real ha presentado un informe técnico-económico para sustituir la categoría "0" de la Plaza Real por la categoría "1" de la ordenanza fiscal 3.10. La oferta de restauración, hostelería y ocio nocturno de Plaza Real, recuerdan, "hace años que batalla para atraer público local barcelonés, poniendo en marcha campañas de dinamización para recuperar visitas de sus residentes".

La Asociación pide a la administración local "la máxima diligencia" en la revisión de la clasificación para "preservar la continuidad de los negocios de restauración de la Plaza Real".

Más polémicas

Esta última semana, las terrazas han vuelto a estar en el centro del huracán de las restricciones por la Covid, ya que el Gobierno anunció que está estudiando prohibir fumar en las terrazas de los bares y restaurantes aunque haya distancia de seguridad.

Así lo propuso el Ministerio de Sanidad a las comunidades en el debate de la comisión de Salud Pública. Actualmente, está prohibido fumar si no se garantiza la distancia de dos metros entre clientes, pero ahora se quiere prohibir aunque haya bastante espacio entre personas.

Rápidamente, el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, ya posicionó en contra de esta medida. Argimon aseguró: "¿Prohibirlo? No. Limitarlo, sí, en un espacio privado claramente", aseguró en declaraciones a Aquí Cuní de Ser Catalunya.