La patronal de los pequeños y medios productores de cava, PIMECAVA, no teme que el actual contexto político pueda afectar a las ventas durante la campaña de Navidad. Su presidente, Xavier Nadal, asegura que "el consumidor inteligente sabe separar el grano de la paja" y que a diferencia de lo que pasó en el 2005, cuando se produjo un boicot, "no se prevé una incidencia significativa" sobre las ventas en el periodo del año clave para el sector. Unas ventas, de otro lado, que durante el primer semestre del año han crecido un 6% respecto de los primeros seis meses del año pasado con especial incidencia de los cavas Premium que se han vendido uno 17% más.

Navidad también ha destacado la subida de las exportaciones entre los pequeños y medios productores que ha calificado de "gran noticia". A modo de ejemplo, ha apuntado que el número de empresas exportadoras a un mercado importante como el alemán han pasado de 58 a 90 en los últimos años y que la tendencia apunta al alza.

El precedente

El temor por el boicot en el sector del cava se ha reavivado a raíz del impulso del proceso soberanista. El año 2005, se impulsó una campaña en España contra productos catalanes por la aprobación del Estatut, que se caracterizó por centrarse en un producto concreto: el cava. Y es que, aunque las empresas del sector nunca han posicionado a favor de la autodeterminación de Catalunya, son identificadas por los consumidores españoles como empresas catalanas.

Sin embargo, el boicot ya empezaba a sacar la cabeza la Navidad del 2004, después de unas polémicas declaraciones del entonces líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep-Lluís Carod-Rovira. El problema es que, como se quería boicotear el cava, los lotes navideños ya estaban preparados y no salió bien.

Por otra parte, el año 2003, Leche Pascual dejó de comprar a los ganaderos catalanes porque la Generalitat se negó a aceptar como yogur un producto del grupo. No obstante, los consumidores catalanes les hicieron un contra-boicot, de manera que Pascual perdió entre un 15 y un 20% de ventas en Catalunya. En poco tiempo, Leche Pascual volvía a comprar a los ganaderos catalanes.