La publicación de los papeles de Panamá ha puesto en duda el funcionamiento del sistema financiero mundial, pero también el Gobierno panameño. Este país centroamericano había hecho grandes esfuerzos por sacarse la imagen de paraíso fiscal, y de hecho, ya había salido de la lista de los países del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) que no colaboran con la lucha contra el blanqueo de capitales. También algunos países, como España, lo habían sacado de su lista negra. Esta imagen, sin embargo, ha quedado ahora bien salpicada. 

Por este motivo, el Gobierno panameño ha salido en su propia defensa. Panamá ha apelado esta madrugada a la responsabilidad compartida para enfrentar el "reto" que constituye la filtración masiva de documentos de la firma panameña Mossack Fonseca en la lucha para la transparencia de los sistemas financieros globales. Varios portavoces oficiales también han destacado que la filtración, difundida por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, sólo se refiere a una de las muchas firmas de abogados panameñas y no involucra al poderoso centro bancario internacional del país, el pilar económico del cual es el sector de los servicios y la logística.

El presidente panameño, Juan Carlos Varela, dijo que daba la "bienvenida a cualquier" publicación o investigación "que proteja los sistemas financieros de Panamá y el mundo", y que "este tipo de reto" reafirma su compromiso "de seguir luchando por la transparencia". Varela afirmó que su gobierno ha tomado "decisiones muy claras y puntuales para proteger" el sistema financiero, que permitieron la salida del país el febrero pasado y en un "tiempo récord" de la lista gris del GAFI. Panamá fue introducido en la lista en julio del 2014, y salió en febrero del año pasado.

También la vicepresidenta y canciller panameña, Isabel De Saint Malo de Alvarado, dijo en Roma, en una visita institucional, que el escándalo de los papeles de Panamá afecta a la imagen e ilustra "un flagelo global". "Aquí no estamos hablando sólo de Panamá, desafortunadamente. Tenemos que aspirar a la colaboración del resto de los países porque este es un flagelo global", dijo De Saint Malo, que valoró que en el listado filtrado "no hay ni un solo banco panameño mencionado, hay bancos de otros lugares".

El domingo, el Ministerio Público panameño ya anunció que investigará los presuntos delitos revelados en la masiva filtración, catalogada como la mayor de la historia del periodismo. De hecho, la mayoría de los países afectados por la filtración también han anunciado que investigarán el caso. Ayer la fiscalía de la Audiencia Nacional española ya abrió diligencias.