La agencia norteamericana de rating Moody's ha vuelto a analizar como afectan las "tensiones independentistas" a los mercados. Sin embargo, esta vez ha dado un paso más y ha ligado la suerte de España a la de Catalunya. En este sentido, la analista de Moody's encargada de las comunidades autónomas, Marisol Blázquez, ha explicado que un impago de Catalunya podría interpretarse en los mercados financieros como un default de España. 

"Hasta ahora no hemos vivido un momento de alta tensión y en un momento así no sabemos qué puede pasar", ha añadido en una entrevista a EP justo antes de reiterar que al Gobierno central "no le interesa que Catalunya quiebre". Dadas las tensiones políticas que a su vez afectan a las de liquidez, Moody's ha suspendido Catalunya a lo largo de 2016 con una cualificación crediticia a la baja: "inversión especulativa" o "calidad de crédito cuestionable". Durante el pasado mes de mayo, Moody's bajó un peldaño (de Ba2 a Ba3) el rating catalán hasta situarlo en el bono basura, manteniendo así "la perspectiva negativa" por "la debilidad de su posición fiscal". 

En cuanto a ello, Blázquez ha querido dejar claro que "este rating tiene una elevación de 4 escalones por el apoyo del Estado. Si ese apoyo no estuviera ahí, el rating no sería Ba3, sino Caa1." Dicho de otra forma, se alcanzaría una "posición pobre" con "un riesgo de crédito muy alto" hasta el punto de contemplar la quiebra. Todo ello, dentro de los parámetros de financiación actual. 

Según Moody's, las tensiones "independentistas" influyen en la perspectiva negativa del rating de Catalunya. Y, de rebote a la de España. Es decir que si Catalunya no puede pagar y quiebra, el fracaso se vería reflejado en los mercados como un default de España.