Los catalanes que tributan en Catalunya pagarán 224 euros más de media en la declaración de la renta de 2021, debido al aumento de la inflación, que incrementa la factura fiscal de los contribuyentes sin necesidad de subir los tipos impositivos. Lo explica el último informe del Institut Ostrom. El think tank liberal recomienda al Departament d'Economia i Hisenda actualizar la cuota autonómica del IRPF según el aumento del Índice de Precios al Consumo (IPC) —deflactarla, en términos técnicos—, y adaptar los mínimos exentos y los beneficios fiscales (reducciones, mínimos personales y familiares y deducciones). El informe lo firma el economista Santiago Calvo.

La inflación ha alcanzado cifras nunca vistas en las últimas cuatro décadas en las economías desarrolladas de todo el mundo. En 2021, en el conjunto del Estado español, el IPC ha aumentado en un 6,5% y afecta a todas las regiones de manera más o menos homogénea. En Catalunya, el incremento fue del 6,1%. En la primera mitad de 2022, la tendencia es peor. Hasta el mes de mayo, en Catalunya los precios crecieron un 8,2% comparados con el mismo periodo del ejercicio precedente, medio punto por debajo de la media estatal (8,7%). Esta situación, añadida a la crisis energética y la guerra de Ucrania, vacía los bolsillos de los ciudadanos más rápidamente.

Un elemento menos discutido, sin embargo, es el sobrecoste fiscal de la inflación, alerta el mencionado informe. La inflación tiene el efecto de aumentar el impacto de los impuestos y tasas que pagan los ciudadanos sin necesidad de tocar los tipos, porque se grava la renta nominal —los ingresos de cada uno— y no la capacidad económica real de los contribuyentes, es decir, lo que pueden hacer con el dinero que tienen y que la inflación debilita al reducir su poder adquisitivo. Esta sobrecarga fiscal es más evidente en figuras impositivas progresivas como el Impuesto sobre la Renta (IRPF).

"Esa situación podría conducir a situaciones en que los ciudadanos, aunque obtengan ingresos menores en términos reales, soporten una carga fiscal mayor. Se trata de un aumento de impuestos silencioso, encubierto, a la vez que se transmite la percepción de que las Administraciones Públicas no están sujetas a las mismas restricciones presupuestarias que hogares y empresas," explica Santiago Calvo.

Catalunya es la segunda comunidad más afectada por este sobrecoste fiscal subterráneo. Los catalanes pagarán, por término medio, 224 euros más en la renta de este año. Los contribuyentes más afectados, sin embargo, son los que tributan en la Comunidad de Madrid, que pagarán 240 euros más, según el informe del Institut Ostrom. Las Baleares son la tercera comunidad más afectada y el País Valencià la octava, en este caso por debajo de la media del Estado, que es de 200 euros de sobrecoste fiscal. En de Catalunya, el impacto es heterogéneo. Los barceloneses son los más castigados (231 euros de sobrecoste fiscal), seguidos de los gerundenses (209 euros), tarraconenses (200) y leridanos (190).

El Institut Ostrom recomienda a Economia i Hisenda que deflacte o indexe el IRPF para neutralizar el impacto de la inflación, especialmente de los años 2021 y 2022. "La Generalitat de Catalunya tiene en sus manos deflactar la cuota autonómica del IRPF según el aumento del IPC", ha dicho Calvo. "Catalunya —ha añadido— se puede convertir en un referente para el conjunto del Estado y otras economías al implementar un mecanismo de ajuste automático que no sólo afecte la escala de gravamen, como pasará en 2023 en la Comunidad de Madrid, sino que también adapte reducciones, mínimos personales y familiares y deducciones los mínimos exentos y los beneficios fiscales".