La principal preocupación por la cancelación del Mobile World Congress (MWC) en Barcelona por parte de su organizadora, la GSMA, es el impacto económico que dejará en las empresas y la ciudad de Barcelona. Algo que, de momento, no parece que nadie sepa a quién tiene que reclamar, y las propias administraciones implicadas en el Mobile dicen que "aún es pronto para saber el impacto económico". Durante una rueda de prensa esta mañana con la GSMA y las administraciones para dar a conocer los detalles de la suspensión del congreso, su consejero delegado, John Hoffman, ha echado pelotas fuera a la hora de considerar si la organizadora indemnizará o pagará algo a las empresas afectadas.

"Es una causa de fuerza mayor y por lo tanto los términos de los contratos con las empresas estarán basados en lo que diga su contrato sobre situaciones de fuerza mayor". Además, ha añadido que "no podemos especular qué tipo de contratos hay, y sugerimos que cada uno se mire el suyo". La cuestión, sin embargo, es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha decretado que sea una epidemia global, que sería el motivo por el cual se podría entender como fuerza mayor. Todo lo contrario, justo ayer la misma OMS emitió un comunicado llamando a la calma y aseverando que "no hay ningún motivo" para suspender acontecimientos o relaciones comerciales.

Preguntado por este hecho, Hoffman ha echado pelotas fuera: "Está muy claro que la GSMA ha tomado esta decisión por el coronavirus y nos ha sido imposible mantener el acontecimiento". Al mismo tiempo, el presidente de la GSMA, Mats Graryd, ha asegurado que "eso no es nada en contra de Barcelona o España", y ha repetido que "es una situación de fuerza mayor y no hay manera de asegurarte para una situación así". Además, aseguran que tienen "varias declaraciones tanto del centro europeo ECDC, como de la OMS, que van en línea con la decisión que hemos tomado."

De todos modos, el resto de administraciones presentes en la rueda de prensa han querido calmar el miedo por el coronavirus. En palabras del conseller de Polítiques Digitals, Jordi Puigneró, "eso no es en ningún caso un problema de falta de seguridad del servicio sanitario en Catalunya o España". Los mensajes son, por una parte, de calma absoluta por la enfermedad y de aval del sistema sanitario, y por otra, la cancelación de uno de los acontecimientos más importantes a nivel mundial por "causas de fuerza mayor". Finalmente algún motivo tendrá que pesar más que otro cuando se averigüe quién asume las responsabilidades económicas.

Y es que aunque nadie se ha atrevido a poner una cifra del impacto económico que supone un no-Mobile, cogiendo la edición del año pasado como punto de partida, se calcula que el MWC habría dejado casi 500 millones de euros en la ciudad, más de 100.000 asistentes —entre los cuales 8.000 CEOs-, y unos 14.000 contratos de trabajo.