El Gobierno ha acabado admitiendo que la economia espanyola no crecerà tanto como había previsto y ha corregido la previsión de crecimiento del 2022. Así ha recortado al 4,3% el crecimiento del PIB para este año por el impacto de la guerra en Ucrania, frente al 7% que había previsto. Además, se rebaja al 3,5% en 2023, y queda en el 2,4% en 2024 y el 1,8% en 2025. Una drástica revisión que ha justificado la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. Se trata, ha dicho, de una visión guiada por un "principio de máxima prudencia", dada la incertidumbre generada por el contexto geopolítico internacional.

 

“El impacto de la guerra está llevando a la baja las previsiones de crecimiento en todas las economías avanzadas”, ha asegurado Calviño al presentar la actualización del cuadro macroeconómico para el periodo que va de 2022 a 2025. La vicepresidenta ha defendido, pese al recorte, que el crecimiento de España se encontrará por encima de sus socios europeos y de las economías desarrolladas durante este año. El anuncio con las nuevas previsiones llegan un día antes de que el Ejecutivo remita a Bruselas el Programa de Estabilidad 2022-2025 con el nuevo escenario fiscal y la actualización del cuadro macroeconómico. Estas nuevas previsiones están alineadas con las estimaciones realizadas por el conjunto de organismos nacionales e internacionales, que en las últimas semanas han rebajado sus proyecciones de crecimiento para España este año al entorno de entre el 4,3% (AIReF) y el 4,8% (FMI).

Además, hay que recordar que la rebaja de la previsión de crecimiento para el 2022 supondrá una desaceleración de 0,8 puntos respecto al avance del PIB del 5,1% registrado en 2021, debido fundamentalmente al menor consumo de los hogares, el crecimiento de las cuales se desacelerará al 3,5%. Por el contrario, el ejecutivo español prevé una aceleración significativa del crecimiento de la inversión, que llegará al 9,3%, fundamentalmente por una importante recuperación de la inversión en construcción (5,2%). Por el contrario, el que sí que se frenará será la inversión empresarial en bienes de equipo, que no crecerá tanto como el año pasado, pero se mantendrá por encima del 10% (11,1%). El sector exterior, por su parte, restará tres décimas al crecimiento, con una ralentización de las exportaciones, que crecerán un 7,8%, casi la mitad del que lo hicieron en 2021.

En la línea de la recuperación, la vicepresidenta Calviño ha destacado en su rueda de prensa que la inversión y la ocupación están siendo los dos principales motores de la recuperación económica en España, celebrando que este haciendo suponga un cambio del patrón del crecimiento en el Estado. De hecho, en el nuevo escenario presentado hoy por el Ejecutivo, la ocupación crecerá un 3% este 2022, menos de la mitad del avanzado en 2021, que recuperó ya buena parte de los lugares perdidos por la pandemia. El dato más positivo en cuanto al mercado laboral es que la tasa de desocupación, según las previsiones del Gobierno, se reducirá en dos puntos este año, hasta el 12,8%.

Frenazo del crecimiento

El PIB de España ha crecido un 6,4% en el primer trimestre, respecto al mismo periodo de 2021, por el empuje del fin a las restricciones por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, la actividad económica solo ha aumentado un 0,3% por el impacto primero de la variante ómicron, y después de la guerra en Ucrania. Ante este escenario, la ministra Calviño ha asegurado que el crecimiento de la economía española sigue siendo "fuerte y sostenido", con el empleo y la inversión como principales motores de la recuperación, pese al impacto sufrido por la guerra, la pandemia y el parón en el transporte. “Hemos dejado atrás el pico de la inflación”, ha asegurado la vicepresidenta económica, que ha asegurado que el acuerdo con la Comisión Europea para empezar la senda descendente de los precios mayoristas de la electricidad "tendrá un papel muy importante". En este punto, ha augurado que “habrá una fuerte desaceleración en la segunda mitad del año de la inflación”.

La AIReF avala el cuadro macroeconómico

Por su parte, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ya ha reaccionado al nuevo cuadro macroeconómico del Gobierno, y a diferencia de ocasiones anteriores, esta vez sí que lo ha avalado, aunque ha alertado que existen riesgos en la baja a corto plazo por la guerra de Ucrania, la pandemia y la inflación. El organismo insiste que el escenario planteado por el Ejecutivo es "factible" y "prudente", además que está en línea con las últimas previsiones de la misma AIReF y de instituciones nacionales e internacionales.

Sin embargo, considera que existen riesgos en la baja a causa del contexto de "incertidumbre extrema sobre la economía" por la crisis energética, los problemas de suministro en las cadenas de producción y la persistencia de la pandemia, que además se ha intensificado con el estallido de la guerra en Ucrania. La AIReF califica de "optimistas" los supuestos técnicos sobre los tipos de interés, puesto que las presiones inflacionistas están provocando un tensionamiento de los tipos de interés y un incremento en las rentabilidades de la deuda pública, algo que "apenas se refleja" en el escenario del Gobierno.