El presidente de FGC, Ricard Font, ha explicado este lunes que espera incrementar en 170 millones de viajes anuales la oferta de la compañía de ahora hasta el 2030 una vez entren en vigor las ampliaciones de servicio previstas. Concretamente, con la incorporación de 15 trenes nuevos en el 2021 a la línea del Vallès –que permitirán una frecuencia de 2,5 minutos entre Barcelona y Sant Cugat del Vallès y de cinco minutos entre la capital catalana y Terrassa y Sabadell-, se incrementaría en 30 millones la oferta; con la entrada en funcionamiento de L8 (Plaza Espanya-Gràcia) en 20 millones de viajes más y doblando la frecuencia a la línea del Baix Llobregat 20 más.

A estos datos, habría que añadirle los 90 millones de viajes con del segundo túnel del Vallès (sin fecha todavía), que sumados a l'L9 del metro, con 110 millones más, haría subir la oferta hasta los 280 millones de trayectos anuales. Por otra parte, Font también ha comentado que si el Gobierno encargara la gestión de Rodalies de FGC se podría asumir en unos 8 meses aunque la transición sería "larga".

De esta manera, según Ricard Font, de aquí debe años, se podría llegar a una cifra próxima a los 1.300 millones de viajes al año sumando todo el transporte público, una cifra próxima a los 1.500 que se ha propuesto el Gobierno con el objetivo de aparcar el vehículo privado en favor de una movilidad más sostenible. Eso se conseguiría, según ha añadido, si los ciudadanos perciben que disponen de una "oferta complementaria potente".

Durante el transcurso del Foro Barcelona Tribuna, el presidente de Ferrocarrils también ha apuntado a la necesidad que a largo plazo los ciudadanos puedan tener una "estación de movilidad" –ya sea de transporte público o de movilidad compartida, entre otros- a menos de 15 minutos a pie del lugar de residencia o trabajo. "Es aquella visión que las estaciones tienen que estar al lado de donde nosotros estamos para que las podamos utilizar", ha dicho.

Sobre la posibilidad de que FGC pudiera asumir en un futuro la gestión de Rodalies, Font ha señalado que la compañía podría hacerlo en un "tiempo prudencial" de ocho meses pero que la transición sería "larga". En este sentido, ha recordado como en la línea de Lleida en la Pobla, durante diez años –entre 2004 y 2014- se siguieron utilizando trenes y maquinistas de Renfe y el ente gestor de las infraestructuras era Adif, pero la inversión iba a cargo de la Generalitat hasta que a la larga pudo comprar sus propios trenes y poner a sus maquinistas.

Por Font, en Rodalies habría que hacer debes inversiones "mínimas imprescindibles" y que no requerían una dotación millonaria. Por una parte, la ampliación de la estación del Arco del Triunfo, donde sólo alargando unos 40 minutos el andén podrían caber trenes de hasta 200 metros, y aumentar la capacidad entre un 20% y un 25% la capacidad del R1. Se trata de unos trabajos, ha añadido, que no superarían los 3 millones de euros y que hace unos años, cuando Lluís Recoder era conseller de Territori, la Generalitat ya se ofreció a hacer, según ha explicado.

La otra inversión, según el presidente de FGC, tendría que ser a la estación del Prat de Llobregat, donde podrían confluir los servicios de alta velocidad, Rodalies y Regionales procedentes de todo Catalunya. Los viajeros se encontrarían a sólo dos paradas del Aeropuerto del Prat y se ahorrarían tener que hacer transbordo a la estación de Sants o de l'Hospitalet de Llobregat.

Alta velocidad en el País Valencià

Ante la próxima liberalización de la alta velocidad de aquí poco más de un año, el presidente de FGC ha dejado claro que la "prioridad" ahora es conseguir poder operar un servicio que uniera las capitales catalanas con las occitanas, como Perpinyà, Montpellier y Tolosa, pero no descarta mirar también hacia el País Valencià. Font ha puntualizado pero que de momento en el servicio de alta velocidad hacia Valencia "las incertidumbres son muy grandes" por el estado de las obras en el País Valencià mientras que la alta velocidad cabe en el norte está "más o menos adaptada".