Las crisis no afectan a todo el mundo por igual. Esta es una lección que aprendieron los ciudadanos en la crisis del 2008 y que se repite ahora con la crisis energética y económica derivada de la guerra de Ucrania, que ha vuelto a impactar de lleno en los hogares más vulnerables. Aunque des el Gobierno se han intentado impelmentar ayudas para las familias más afectadas por una subida de precio sin precedentes en la energía, especialmente en la luz y el gas, estas no han sido suficientes para mitigar su efecto. Así, este 2022 los españoles en una situación más compleja, el 20 % de la población española con los ingresos más bajos, dedicarán un 8,8% de su presupuesto total a pagar sus distintas facturas energéticas, mientras que en 2020 ese porcentaje era del 5,6%, lo cual se traduce en un incremento de 550 euros anuales, según un nuevo estudio de Cambridge Econometrics. Si se compara con un hogar medio perteneciente al 20% de la población con los ingresos más altos, estos dedicará el 5,09% de su gasto total a la energía, mientras que en 2020 ese porcentaje era del 3,34%.

La importancia de las renovables 

El informe ahonda en cómo el incremento del precio de los combustibles fósiles a causa de la invasión rusa de Ucrania está contribuyendo "de forma desmesurada" a los picos de inflación en España, donde el pasado septiembre se situó en el 8,9% en tasa interanual y en los dos meses anteriores superó el 10%. De hecho, los combustibles fósiles, tanto para el transporte como el gas natural, supusieron aproximadamente el 23% del total de la inflación interanual registrada en mayo, el 25% de la de la que se produjo en junio y el 19% de la de julio, detalla el informe.

Según los redactores del informe, las energías renovables parecen la solución para una situación muy complicada, aunque su implantación lleva tiempo y es compleja. Aun así, se ve como la mejor alternativa, sobre todo si se tiene en cuenta la volatilidad de los precios mundiales de los combustibles fósiles y su impacto en las economías cuando sus precios son altos. "Impulsar la cuota de renovables aumenta la independencia energética, reduce la exposición de los consumidores nacionales a los precios del mercado mundial y tiene el potencial de hacer bajar los precios de la electricidad a largo plazo", asevera.

El tope al gas de Sánchez, un acierto con letra pequeña

Por otro lado, el análisis de Cambridge Econometrics destaca que entre las medidas adoptadas por el Gobierno para tratar de paliar el alza de los precios energéticos, el conocido como tope al gas o 'mecanismo ibérico' (que entró en vigor el pasado 15 de junio) ha "reducido y estabilizado significativamente" los precios mayoristas de la electricidad en España en comparación con otros países europeos, como Francia, por ejemplo. Esto ha provocado que en los últimos días los consumidores españoles hayan podido pagar la electricidad a un precio mucho más económico que otros vecinos europeos. De todos modos, la medida también tiene letra pequeña, ya, advierte de que esta medida "tiene un alto coste" y avisa de que "a largo plazo" estas intervenciones de emergencia podrían evitarse invirtiendo en el almacenamiento en baterías y en energía hidroeléctrica de bombeo para reemplazar al gas en los picos de demanda de electricidad.