El Departament de Empresa i Treball resolverá levantar la suspensión de la actividad que afectaba las plantas de derivados de óxido de etileno y óxido de propileno U-350, U-2500 y U-2360 que la empresa Iqoxe tiene en La Canonja desde el accidente mortal del día 14 de enero del año 2020. La decisión se ha tomado después de comprobar que las instalaciones cumplen toda la normativa vigente en materia de seguridad industrial y verificar la implementación de medidas adicionales de seguridad. La instalación accidentada está desmantelada y no volverá a operar.

Aunque las tres plantas a las que se les levanta la suspensión no fueron las que sufrieron el accidente, la solicitud para reabrirlas se ha abordado desde Empresa i Treball con el objetivo de incrementar las garantías de seguridad mediante la reelaboración de toda la documentación y la realización de más revisiones. A la tramitación también se han incorporado las conclusiones de los informes elaborados por la consultora DNV GL, encargado por la Generalitat y por el Institut Químic de Sarrià (IQS), encargado por Iqoxe, para investigar las causas de la explosión, y que han permitido proponer la adopción de medidas de seguridad que van más allá de las previstas por el marco normativo vigente.

Nuevas medidas

En el ámbito de las medidas previstas por la normativa, se ha requerido a la empresa la reelaboración del Informe de Seguridad, que analiza la instalación y detecta los posibles riesgos que presenta, y del Dictamen de Seguridad, que ha incluido una inspección completa de la instalación, documentos que exige la normativa para autorizar la actividad de los establecimientos industriales químicos de riesgo. También se ha exigido, de acuerdo con la normativa, una nueva inspección de todos y cada uno de los equipos de presión de la planta. La evaluación del Informe de Seguridad ha ido a cargo de diferentes empresas externas, mientras que el Dictamen de Seguridad ha sido elaborado por una empresa de certificación.

El procedimiento de tramitación de la reanudación de la actividad de las tres plantas también recoge la adopción de diferentes medidas que van más allá de los requisitos establecidos por la normativa vigente. En primer lugar, se ha bunkerizado la sala de control: tanto la instalación actual, que tendrá carácter provisional, como la definitiva estarán equipadas para resistir las sobrepresiones.

En segundo lugar, las plantas se han equipado con diferentes sistemas que, en caso de detectar diferencias significativas en la presión o la temperatura de diferentes puntos del reactor, interrumpen el proceso productivo y activan la refrigeración, si procede. También se ha condicionado la reanudación de la actividad a la mejora del sistema de protección y extinción de incendios, lo cual ha supuesto la instalación de detectores de gases en más ubicaciones, de detectores de llama por infrarrojos y de un nuevo sistema de rociadores de agua pulverizada. Finalmente, se incluye la instalación de un sistema para guardar una copia de seguridad de los datos de los procesos productivos.

El Departament de Empresa i Treball mantiene abierto el expediente informativo con el fin de determinar las causas de la explosión de la planta de derivados del óxido de etileno U-3100 que la empresa Iqoxe tenía en La Canonja. La labor efectuada hasta el momento ha facilitado la incorporación de mejoras en la seguridad del establecimiento, y el expediente se seguirá instruyendo hasta disponer de toda la información que se pueda recoger sobre el accidente.