La economía catalana ha cerrado en el 2016 con un nuevo máximo histórico gracias a un crecimiento del 3,5% del PIB. O lo que es lo mismo, ha alcanzado los 223.629 millones, lo que supone siete mil millones más que el valor máximo de la serie histórica hasta ahora registrado en el 2008. Esta es una de las principales conclusiones del Informe anual de la economía catalana durante el 2016.

Después de haber crecido un 3,5% en los últimos dos años y a la espera de revisar al alza la previsión del 2,9% para este 2017, van mejorando todos los sectores de la economía. "La crisis ha sido devastadora pero nuestra economía ha sido capaz de encontrar un camino de crecimiento sostenible, diversificado y robusto," ha asegurado el vicepresident de la Generalitat y conseller de Economia, Oriol Junqueras, durante la presentación. De momento, las previsiones de 2017 y 2018 apuntan al hito histórico de 232.000 y 240.000 millones de PIB, respectivamente. 

Este dinamismo de la actividad económica también lo refleja el mercado de trabajo aunque el volumen de ocupación sigue siendo un 10,9% inferior al del 2007 y eso supone 438.000 puestos de trabajo menos. Además, el empleo que se crea es mayoritariamente de carácter temporal y todavía hay dificultades para reducir el paro juvenil o de larga duración en un contexto de moderación salarial. Y es que a pesar de la buena fotografía económica y algunas mejoras en el mercado laboral, Junqueras tiene claro que el empleo es "una de las asignaturas pendientes".

Los récords

Catalunya mira cada vez más al exterior. Su superávit comercial ha llegado a los 27.000 millones en 2016, el que supone el 12,1% del PIB convirtiéndose así en el tercero más elevado entre los países de la UE. Destaca especialmente el crecimiento de las exportaciones de alto contenido tecnológico, que el 2016 creció un 8,9%. Alimentación, motor e industria química, al frente. La apertura al exterior también queda reflejada en el destino de las exportaciones de bienes: el 37,4% va a España y el 62,6% en el extranjero. 

Otra de los datos que mejor refleja la confianza internacional en la economía catalana es el récord histórico en captación de inversión extranjera que ha superado 5.052 millones y esto supone un 2,3% más que el 2015. Por eso, Junqueras ha espetado que "no hay fuga de empresas en Cataluya sino todo el contrario." A lo que el secretario de Economía, Pere Aragonés, todavía hay añadido: "Si el procés afectara la inversión, tendría una correlación positiva."

En esta misma línea, la directora general de Análisis Económico, Natàlia Mas, ha recordado que Catalunya es la cuarta región de Europa con más inversión extranjera directa. Sólo la superan Londres, Escocia y Moscú. Además, en el primer semestre de este 2017, ya se han creado alrededor de 11.000 sociedades mercantiles en Catalunya, lo que supone el 20,4% del conjunto de España.

Eficiencia y equidad

"Catalunya es un país eficiente que trabaja bien los recursos que tiene. Obtiene mucho más producto con los mismos factores", ha reivindicado Aragonés. Y es que la productividad de la economía catalana ha aumentado hasta contribuir 1,4 puntos en el PIB catalán durante el 2016. A pesar de que esta tendencia positiva se produce desde el 2010, Mas ha insistido en no caer en la autocomplacencia: "Todavía hay mucho por hacer en la productividad de este país."

A la espera que la productividad vaya ligada a una mejora de los salarios, Aragonés se ha mostrado esperanzado en poder añadir equitativo a la lista de adjetivos de la economía catalana: sostenible, diversificado, robusto y eficiente. 

Por último, los tres han remarcado el buen ritmo de reducción del déficit catalán de acuerdo con los objetivos pactados con la Unión Europea (UE) a la vez que no han dudado al denunciar el marco de infrafinançament, desequilibrio y falta de inversión del gobierno español en Catalunya. 

En definitiva, una fotografía positiva de la economía catalana abanderada por el crecimiento, la internacionalización y la innovación con margen de mejora tanto interno como externo.