El economista Xavier Sala-i-Martin tiene reticencias sobre cómo utilizará España su parte del fondo de recuperación europeo, el paquete de ayudas que la Unión Europea repartirá entre los estados miembros para hacer frente a la crisis del coronavirus. Del total de 750.000 millones con que está dotado el plan, España recibirá 72.000 millones de euros en subsidios y 68.000 millones de euros en créditos. Este dinero, sin embargo, está sujeto a una serie de condiciones, ya que Europa considera que se tienen que gastar en ámbitos estratégicos y planes sociales con recorrido.

A todo ello, Sala-i-Martin no cree que España haga los deberes que se le piden y así lo suelta en un hilo de Twitter, en que dice que ahora "solo falta saber con qué empresas amigas dilapidará España este (enorme) regalo".

Para el economista, el gasto keynesiano tradicional no funcionará, y argumenta que no es tanto ayudar a los bares, ya que estos necesitan que se erradique el virus para que la gente quiera ir, algo que no se compra solo con dinero. "Más gasto keynesiano no salvará a los restaurantes mientras siga habiendo virus", asegura.

Al mismo tiempo, el economista asegura que "esta crisis no es como las otras", de manera que aplicar las mismas soluciones "puede ser una manera de dilapidar el dinero y, con este, la confianza de los europeos con los países del sur", cosa que ya se coge con pinzas. Finalmente, Sala-i-Martin ironiza con los trapos sucios reales diciendo que "al menos podemos estar relativamente seguros que ésta vez la Casa Real no podrá meter mano en la caja. Relativamente".