Brexit, Brexit, Brexit y así hasta un 59,1% de veces. El pueblo británico habló alto y claro el pasado 23 de junio en las urnas para abandonar la Unión Europea pero quizás habrá que esperar hasta 2019 para que su voluntad se convierta en realidad. Y es que, según el diario Sunday Times y sus fuentes cercanas a los ministros británicos, el Gobierno liderado por Theresa May –quien hizo campaña para el Bremain– todavía no está listo y es demasiado "caótico" para iniciar el proceso en los tiempos estipulados. 

El Reino Unido pretende hacer las cosas bien pero el efecto tiempo distorsiona. Y es que a pesar de que algunos altos cargos del Partido Conservador como John Redwood piden una y otra vez una rápida separación, todavía no está en absoluto claro que el gobierno vaya a invocar el Artículo 50 con el que daría comienzo a un proceso formal de dos años para abandonar el bloque europeo.

Prepararse las preguntas

May, que lidera un gabinete de ministros con partidarios tanto del Brexit como del Bremain, ya ha dado algunas pistas al respecto. Por un lado, considera que la decisión es inapelable –"Brexit es Brexit, y haremos un éxito de ello"– pero por el otro, pide tiempo para que el país pueda prepararse. Una cuestión de necesidad, asegura. Pero precisamente tiempo es lo que no daría el Artículo 50 sino más bien una cuenta atrás. Por lo que dos de los ministros británicos "piensan ahora que su activación podría retrasarse hasta el otoño de 2017". Y de esta forma, la separación definitiva entre el Reino Unido y la UE se acabaría produciendo en 2019. 

"No tienen la infraestructura para la gente que necesitan contratar. Dicen que ni siquiera saben las preguntas adecuadas para hacer cuando comiencen las negociaciones con Europa", han asegurado las fuentes del rotativo. Las agujas del reloj siguen corriendo, la gente se impacienta y la división en el Reino Unido se agrava. La City de Londres planea su estrategia de qué hacer y cómo hacerlo para seguir fortaleciendo sus negocios con el resto de Europa fuera de la Unión Europea. Uno de los grandes pulmones económicos y financieros (sino el que más) de la UE busca nuevo destino y la City apura unos tiempos que todavía desconoce. 

"Nadie quiere un largo período de limbo"

Por su parte, los líderes europeos son más partidarios del cuanto antes mejor que no del sin pausa pero sin prisa del Reino Unido. Su postura acerca de la velocidad del Brexit parece bastante clara. Así lo ha ratificado en más de una ocasión la canciller alemana, Angela Merkel, quien se ha mostrado comprensiva con que el Ejecutivo de May se tome unos meses para elaborar su estrategia. Sí, hace referencia a meses para dejar claro más allá de la cortesía política que lo que nadie quiere es "un largo período de limbo". 

A la espera de que se produzcan las elecciones en Francia en mayo y en Alemania en septiembre, la UE también quiere que la salida de lo que hasta ahora era su segunda mayor economía sea lo menos traumática posible. Quizás dos años de transición y negociación es demasiado poco para romper con una relación de amor y odio, por lo que algunas capitales europeas también respetan alargar los tiempos. 

Y por si a caso al final hay que invocar el artículo 50 o correr más de la cuenta, el Reino Unido ya ha empezado a hacer sus preparativos. Por el momento y aunque todavía les falta una gran parte de la plantilla, el Ejecutivo ha creado dos nuevos departamentos para gestionar la transición y el comercio internacional, liderados por David Davis y Liam Fox, respectivamente. Brexit es Brexit pero todavía no se sabe hasta cuando Bremain. Y el tiempo sigue corriendo a velocidad de crucero.