Los bancos no han tardado nada en reaccionar a la novedad de la sentencia del Tribunal Supremo, que determina que es el banco y no el cliente quien tiene que pagar los impuestos al firmar una hipoteca, lo que ha provocado la caída de la cotización de los bancos, que ha arrastrado el Ibex por debajo de los 9.000 puntos. Las caídas han llegado a rozar el 10% en algún caso.

Los bancos se han hundido ante la notícia, y al mediodía algunos registraban pérdidas superiores al 7%. En total, el sector bancario ha perdido más de 5.500 millones de capitalización bursátil sólo en una jornada en bolsa. 

El Ibex cotizaba al alza de forma moderada hasta el momento que se ha hecho publica la sentencia del Tribunal Supremo. Al final del día, el índice español ha cerrado con 8.889 puntos, la cifra más baja de los últimos dos años.

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¿Pero por qué caen los bancos en bolsa? La sentencia del Supremo supone un revés a la anterior jurisprudencia, y puede suponer grandes cantidades de dinero para los bancos. Así, los inversores consideran que puede tener un impacto negativo en las cuentas de las entidades, o que se repita lo que ya pasó con las cláusulas suelo y que tengan que hacer un gran pago, cosa que crea incertidumbre en el sector y hace que los inversores prefieran venderse las acciones.

El impacto en los bancos

¿Qué comporta eso para los bancos y para los clientes? De los gastos hipotecarios que afronta el cliente cuando firma una hipoteca, el impuesto en cuestión, llamado impuesto sobre actos jurídicos documentados (AJD) supone el 75% del total. Ante esta nueva sentencia, los clientes podrán reclamar a la Agencia Tributaria de su comunidad autónoma el pago del tributo.

Este impuesto, el AJD, supondría que los bancos tienen que devolver más de 2.000 millones de euros, teniendo en cuenta los 150.000 millones de hipotecas firmadas desde el año 2014. De hecho, el AJD es el coste más elevado de la formalización de un préstamo y varía según la comunidad autónoma entre un 0,5% y el 1,5%.

A los costes totales de constitución de una hipoteca, además de este importe, se le tiene que añadir los gastos de notario (aproximadamente 800 euros), los gastos de gestoría (aproximadamente 500 euros), la tasación (entre 300 y 450) y el coste del registro (unos 375 euros).

La sentencia

Los mercados han reaccionado rápidamente a la sentencia del Supremo, que considera que es la entidad prestamista, y no quien recibe el préstamo, quien tiene interés en inscribir la operación y elevar a escritura pública. Eso significa que no es el cliente quien tiene que pagar los impuestos derivados del préstamo hipotecario, sino los bancos. De esta manera, la sala tercera del Tribunal Supremo modifica su jurisprudencia anterior e interpreta el texto refundado de la ley del impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, y concluye que no es el prestatario el sujeto pasivo de este impuesto, sino la entidad que presta el dinero.