La Agència Tributària de Catalunya (ATC) ha levantado 73 actas de infracción por cambios de domicilios fiscales ficticios entre 2015 y 2019 para huír de pagar impuestos o para reducir el importe del de sucesiones y donaciones. La mayor parte de estas deslocalizaciones ficticias, unas 45, se produjeron para ir hacia otros territorios dentro del Estado, en gran medida hacia Madrid. Este hecho demuestra el polémico dumping fiscal de Madrid, en medio de el debate sobre la armonización fiscal en España.
Las otras infracciones son de contribuyentes que aseguraban vivir en el extranjero, especialmente en Suiza y Andorra, para evadir impuestos.
En concreto, con esta actuación, la ATC, que dispone de expertos concretos que estudian los cambios fiscales han recuperdo unos 54 millones de euros. La sanción y el ingreso correspondiente a IRPF es competencia del Estado, ya que es quien lo recauda al ser un tributo estatal. Por lo tanto, en esas 73 actas por domicilios fiscales ficticios de contribuyentes que deberían haber pagado sus impuestos en Catalunya tendrán también su liquidación en el caso del impuesto de la renta por parte de la Hacienda estatal AEAT.
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Una práctica en auge
Además de estas actas levantadas, la ATC tiene cientos de expedientes abiertos por los mismos motivos que están bajo investigación. Por ejemplo, solo en 2019 Catalunya sospecha que más de 111 contribuyentes realizaron esta practica. Además, Hacienda augura que en los próximos años crecerá el número de casos y, en consecuencia, el número de sanciones.
El dumping es la práctica de rebajar excesivamente el precio de un producto —en este caso los impuestos— situándolo por debajo del precio normal o de mercado, con la finalidad de apropiarse de gran parte del mercado y eliminar así al resto de competidores. En este caso, se ejerce a través del margen de decisión que tienen las comunidades autónomas sobre la tributación. Las grandes empresas y fortunas buscan pagar los mínimos impuestos posibles. La Comunidad de Madrid hace realidad sus deseos.