Los graves problemas económicos que sigue arrastrando el Barça han provocado que, otro verano más, tengan que recurrir a fichajes ‘low cost’ o a coste cero. Si el año anterior fueron Marcos Alonso, Andreas Christensen o Franck Kessié los que llegaron de forma gratuita, ahora Joan Laporta tiene en mente varios objetivos más que podrían aterrizar con la carta de libertad. Entre los nombres más conocidos se encuentran los de Ilkay Gündogan o de Íñigo Martínez.
Pero también hay que hacer una mención honorífica a los jugadores que pueden regresar después de sus cesiones a otros clubes. Y aquí es donde aparece Nico González, que la pasada temporada irrumpió en el primer equipo, y llegó a consolidarse como titular durante un tramo importante. Ronald Koeman le dio la oportunidad de subir desde el filial, y con Xavi Hernández comenzó teniendo bastante continuidad y protagonismo.
Sin embargo, su situación cambió de forma radical, y acabó siendo suplente, y teniendo un rol residual. Así que en verano decidieron, entre todas las partes implicadas, que lo mejor era marcharse a un club que le garantizara más regularidad, para de este modo no poner en riesgo su progresión. Y acabó recalando en el Valencia, donde las cosas no le han ido como se esperaba. Ha tenido lesiones, y la crisis institucional de la entidad ‘ché’ ha provocado que el contexto no sea nada favorable para el gallego.
Aún y así, la confianza que tienen en el internacional español sub 21 es gigante. Desde el Camp Nou siguen creyendo que tiene todas las cualidades necesarias para acabar siendo uno de los referentes del proyecto, y por ello regresará en verano, y se pondrá a las órdenes del técnico egarense. Ven en él a un perfecto sucesor para Sergio Busquets, y podrá tener una reválida, a la espera de saber qué acaba ocurriendo con el capitán culé, que sigue sin renovar.
Viendo el elevado coste de Martín Zubimendi, que es el elegido por Xavi para ocupar el pivote defensivo, pueden apostar por Nico.
Nico, blindado a largo plazo
Una muestra de la fe que existe en el crecimiento de Nico es el hecho de que tenga un contrato firmado a largo plazo con el Barça. Después de llamar la atención de entidades de la magnitud del Manchester City o del Borussia Dortmund, Laporta se apresuró en renovarle hasta 2026.
Ahora, tiene en sus manos la posibilidad de cumplir el sueño de su infancia, que es triunfar vistiendo de azulgrana.