Los Golden State Warriors se han impuesto a los Cleveland Cavaliers en el primer partido de las Finales de la NBA. Los de Ohio han estado a punto de dar la sorpresa gracias a una increíble actuación de LeBron James, pero los 51 puntos del alero no han sido suficientes para batir al conjunto de Steve Kerr.

Las Finales de Curry

Aunque parezca extraño, Stephen Curry no puede decir que ha sido MVP de unas Finales. Los grandes Golden State Warriors de las últimas temporadas no se entienden sin él, pero en los dos anillos que la franquicia californiana ha conseguido en los últimos tres años, Andre Iguodala y Kevin Durant le han quitado el premio al mejor jugador de la ronda decisiva de los playoffs.

La estrella de los de Oakland tiene claro que a la tercera va la vencida y desde el primer minuto del partido inaugural de las Finales del 2018 ha liderado a los suyos. En un inicio poco acertado en los lanzamientos de Kevin Durant y con una esporádica ayuda de Klay Thompson –que ha dado el susto de la noche con una posible lesión en la rodilla de la cual se ha recuperado, después de unos minutos en los vestuarios, sin problemas–, Curry lo ha hecho todo para intentar evitar que una sorprendente puesta en escena de los Cavaliers llegara a ser más que una anécdota.

Y es que para ver que los Warriors son los claros favoritos sólo hay que analizar los dos primeros cuartos del Game 1. El Oracle Arena ha visto la versión más arrasadora de LeBron James y el resurgimiento de Kevin Love y Larry Nance Jr (dos jugadores cuyo rendimiento, en las anteriores eliminatorias, ha estado muy por debajo de las expectativas); Cleveland ha defendido muy bien y ha controlado el rebote; y los locales no han estado demasiado frescos ni en la circulación de pelota ni en el acierto desde la línea de tres. El marcador después de los primeros 24 minutos, sin embargo, exhibía un empate (56-56).

Un error que puede costar caro

Como acostumbra a pasar en los partidos de Golden State, el duelo se acabaría decidiendo en el tercer cuarto. Las posibilidades de LeBron y compañía pasaban para aguantar el festival de triples de sus rivales y no desfallecer en el ritmo frenético impuesto por los mismos. Los Rockets no lo pudieron conseguir y vieron cómo los campeones les pasaban por encima en el cómputo global de todos los primeros 12 minutos después del descanso de la serie (diferencia de +68).

Hoy, sin embargo, los adversarios eran otros y ningún equipo comandado por el 'Rey' negocia la competitividad. Los Cavaliers sólo han perdido de seis el cuarto más peligroso para todos los equipos que juegan contra Warriors y han visto que tenían posibilidades reales de hacer un puñetazo sobre la mesa en forma de victoria en la primera batalla de las Finales. Y más teniendo en cuenta que la estrella de su equipo estaba más que inspirada: el alero de los de Ohio ha acabado el partido con 51 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias.

Lo que tenía que ser una fiesta de Curry, Thompson y Durant ha estado a punto de convertirse en una pesadilla para los aficionados del Oracle Arena. Después de un último cuarto muy igualado, J.R. Smith ha tenido posesión para dar la victoria a los visitantes a falta de menos de cinco segundos, pero un grave error suyo de concentración lo ha evitado. El Game 1 se ha decidido en la prórroga y, entonces, los locales no han tenido rival (Steve Kerr ha utilizado hasta 11 jugadores y la rotación ha permitido a los suyos llegar mucho más frescos al tramo decisivo).

La rebeldía de Cleveland no ha tenido premio y, a pesar de contar con una aportación heroica de LeBron James, los Cavaliers han acabado perdiendo el primer partido de las Finales del NBA.